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Nuevos gobernantes



LUNES POLÍTICO


Lunes 20 de Septiembre de 2021 7:52 am


EN las próximas semanas habrá una renovación profunda de la clase gobernante en la entidad, con la toma de posesión de los nuevos legisladores locales, luego alcaldes y finalmente de la Gobernadora electa; un recambio que no podría llegar en momento más oportuno, debido a la crisis que vive Colima.

El ascenso al poder de nuevas figuras necesariamente provocará cambios en el ejercicio de la gobernanza, así como una precisa reconfiguración de los equilibrios políticos, toda vez que el actual modelo se agotó desde hace tiempo y así lo demuestra el caos que permea a las instituciones locales.

La aparición de cuadros jóvenes, algunos de ellos sin antecedentes en el servicio público, oxigenará la vida pública de Colima, pues seguramente esos perfiles aportarán novedosas formas de enfrentar las principales problemáticas de la sociedad.

Urge a la entidad una camada de gobernantes y representantes populares que asuman sus cargos con responsabilidad, profesionalismo y ética, alejados de intereses partidistas o de grupo que limitan su desempeño y pervierten las decisiones coyunturales.

Con esas expectativas, el 1 de octubre tomarán protesta en el Congreso del Estado los diputados integrantes de la 60ª Legislatura, donde Morena y sus aliados tendrán mayoría, pero habrá una oposición vigorosa del PRI, PAN y Movimiento Ciudadano.

En su mayoría, los nuevos diputados tienen su primera participación en tareas legislativas; se espera que con su trabajo limpien la desgastada imagen que dejarán los actuales tribunos, quienes se van con el estigma de formar parte de una de las legislaturas más improductivas de la historia.

El 16 de octubre iniciarán sus funciones los nuevos miembros de ayuntamientos; destaca que los tres principales municipios del estado: Manzanillo, Colima y Villa de Álvarez, serán gobernados por mujeres, una combinación inédita en la historia política de la entidad.

Una complicada tarea tienen las alcaldesas y alcaldes al recibir administraciones quebradas, en el abandono y con obesas nóminas que dejan poco margen para invertir en acciones y obras que beneficien a la población; es deseable que con gestiones e imaginación, los nuevos munícipes reviertan el deterioro institucional.

El 1 de noviembre tomará protesta la gobernadora Indira Vizcaíno Silva, la primera no priista desde hace 93 años y también la más joven; por esas características se espera que encabece una administración que haga historia y termine con años de malos gobiernos.

La próxima titular del Poder Ejecutivo recibirá una administración en ruinas, colapsada por el erróneo manejo financiero de su antecesor, José Ignacio Peralta Sánchez, quien también pasará a la historia, pero por motivos diferentes a los de la morenista.

Todos ellos, diputados, alcaldes y Gobernadora, tienen la compleja encomienda de sacar al estado de la parálisis y el deterioro en que se encuentra desde hace por lo menos tres lustros, con ellos debe acabar la sucesión de gobernantes insensibles e incapaces para instaurar una nueva etapa de la vida pública en Colima, en la que se ejerza el poder a favor de la sociedad.


Creciente inseguridad


EL estado vive tiempos de dificultad extrema, no sólo por los estragos que ha causado la pandemia de Covid-19 tanto en salud como en la economía de todos los sectores productivos y sociales, a lo que se suma la ineficiencia del Gobierno del Estado para cumplir sus compromisos esenciales de pago a sus trabajadores que se refleja a su vez en falta de dinero circulante.

La inseguridad ha crecido alarmantemente en la entidad desde hace algunos años, pero con un evidente repunte en este.

Lamentablemente, es común para los colimenses ser víctimas de robos en sus viviendas y vehículos. A diario hay información policíaca que indica dos, tres o hasta cuatro atracos a tiendas de conveniencia, gasolineras y cualquier tipo de negocio, ante la incapacidad de las autoridades de frenar esta ola de ilícitos.

Y como al desdichado las desdichas lo buscan, Colima apila malas noticias y hechos para sus habitantes.

La pésima planeación del Gobierno del Estado, que provocó el impago de salarios, generó, el jueves pasado, la protesta de elementos de la Policía Estatal que durante varias horas realizaron un paro para exigir lo que por ley y justicia les corresponde.

Indicaron que seguirán prestando atención en los hechos de alto impacto, pero exigen les paguen sus quincenas a tiempo y otras prestaciones que les adeudan. El viernes pasado les cubrieron la primera quincena de septiembre.

Justo en uno de los momentos de mayor descomposición de la seguridad, cuando los colimenses añoran regresar a los niveles que teníamos hace algunos años en la materia, se presenta esta legítima protesta de los policías.

Es inaceptable que, además de todas las carencias históricas que padecen para cumplir su labor y enfrentar a delincuentes, ahora lo tengan que hacer sin recibir en tiempo y forma sus salarios y prestaciones.

Todo, por la incapacidad de una administración que lo único que quiere en este momento, es que llegue el 31 de octubre para entregar un barco casi hundido.

¿Cómo se les pueden exigir resultados a los policías estatales, si ni siquiera sus quincenas se les entregan a tiempo?

El gobernador José Ignacio Peralta Sánchez ha presumido como una de las obras más importantes en su periodo, la adaptación del Centro de Coordinación, Control, Comando, Comunicación, Cómputo e Inteligencia (C5i), que, en los hechos, muy pocos resultados positivos ha entregado.

Es tal el grado de descomposición, que una tienda de conveniencia ubicada casi enfrente del C5i, también ha sido víctima de los ladrones.

Una inversión de esa magnitud, supondría una mejora sustancial y notoria en materia de seguridad, lo que no ha ocurrido.

Y hay que recordar que una de las principales banderas de Ignacio Peralta, que hasta slogan de campaña fue, decía: “Vas a vivir, feliz, seguro”, lo que a 6 años se quedó únicamente en una frase hueca.

Hoy más que nunca, el estado se encuentra sumido en su peor crisis de inseguridad con un gobierno incapaz de responder favorablemente y, ahora, con policías dejados a su suerte y a los que, para colmo, ni siquiera les pagan.

De todo esto toman nota los delincuentes, que son los más beneficiados y agradecen la pasividad y abandono de las autoridades.


Auditorías


LA crisis financiera en el Gobierno del Estado está repercutiendo en diversos sectores sociales, en lo laboral y en lo económico, pues además del impago y los atrasos en las quincenas a los trabajadores, también se está afectando a los proveedores, lo que genera una cadena de secuelas adversas por la falta de circulante.

En este sentido, es comprensible que la Cámara Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en Colima haga un llamado al Congreso del Estado y al Órgano Superior de Auditoría y Fiscalización Gubernamental (Osafig) para que se realice una investigación a fondo y se sancione a los responsables de la debacle financiera de la administración estatal.

El presidente de la Coparmex Colima, Aarón Cortés Navares, pidió lo mismo a la Contraloría General del Estado y a la Auditoría Superior de la Federación (ASF), pues además de haber afectado la nómina de trabajadores, también lo hizo con colaboradores y proveedores externos que daban servicios o productos.

“Queremos exigir a las autoridades que ejerzan su responsabilidad a cabalidad. Aquí es una pregunta, una reflexión, ¿dónde está el presupuesto 2021?”, cuestionó Cortés Navares, y es que se supone que toda administración pública hace una planeación para ejercer los recursos a lo largo del año, apartando invariablemente los que van directo a la nómina, pero en este caso, a la mitad del ejercicio se anunció el colapso financiero. 

Esta insolvencia económica del Gobierno Estatal ha desencadenado una espiral de afectaciones, pues al no tener liquidez para cubrir los pagos de miles de trabajadores de diferentes áreas y sectores, tampoco hay consumo y se frena la demanda de servicios y productos, además de la cancelación de licitaciones y gastos de operatividad a favor de la población.

Por ello, los empresarios han levantado la voz para exigir que se audite al Gobierno del Estado, porque además en la proyección del presupuesto 2021 ya se tenía contemplado el contexto de la pandemia y de los recortes presupuestales del Gobierno Federal, es decir, no son motivos para justificar ahora la falta de recursos económicos que están afectando a la clase trabajadora, el sector empresarial y la sociedad en general ante el incumplimiento de obligaciones.

A menos de 2 semanas para que la actual Legislatura termine su periodo, se ve complicado que realice una investigación que debió iniciar tiempo atrás, pero el Osafig y la ASF, junto con la nueva administración estatal que asumirá el mando el 1 de noviembre, tendrán que realizar y exigir las respectivas auditorías para explicar el colapso económico, sancionar a los responsables y reparar los daños a las finanzas del estado, como demandan los trabajadores, los empresarios y todos los colimenses que están padeciendo las repercusiones.


Nueva geografía política


EN las últimos días se ha llevado a cabo la toma de posesión de los nuevos gobernadores que ganaron la contienda electoral del pasado 6 de junio, entre ellos Lorena Cuéllar, en Tlaxcala; Alfonso Durazo, Sonora; Maru Campos, Chihuahua; Víctor Manuel Castro, Baja California Sur; David Monreal, Zacatecas, y Layda Sansores, Tabasco.

De las 15 gubernaturas que estuvieron en juego, 11 fueron ganadas por representantes de Morena, dos del PAN, una del Partido Verde-PT y una por Movimiento Ciudadano.

Ayer, Miguel Ángel Navarro tomó protesta en Nayarit. El 26 de septiembre habrá cambio de gobierno en San Luis Potosí. Ahí, Ricardo Gallardo del Verde-PT asumirá el cargo. El 1 de octubre se darán dos cambios de administración. Mauricio Kuri, del PAN, tomará posesión en Querétaro, y Alfredo Ramírez Bedolla, de Morena-PT, en Michoacán. 

El 4 de octubre, Nuevo León tendrá nuevo Gobernador y será Samuel García, de Movimiento Ciudadano. El 15 de octubre, Evelyn Salgado, de Morena tomará las riendas de Guerrero. El 1 de noviembre, Marina del Pilar Ávila, de Morena-PVEM-PT, asumirá el cargo de mandataria en Baja California, y ese mismo lunes, Indira Vizcaíno, de Morena y Nueva Alianza, será gobernadora de Colima. También ese día Rubén Rocha, de Morena y PAS, será nombrado gobernador de Sinaloa. 

Con la pasada elección cambió radicalmente la geografía política del país, pues Morena, con sus aliados, gobernará 17 estados; ocho el PAN-PRI; cuatro el PRI; uno PVEM-PT; y dos de Movimiento Ciudadano. 

Aunque la mayoría de las gubernaturas fueron ganadas por Morena, al presidente Andrés Manuel López Obrador le pesó mucho que su partido hubiera perdido varias alcaldías y diputaciones locales en Ciudad de México, que por años ha sido su bastión.

Para el Mandatario ese golpe fue devastador, inclusive luego de las derrotas en la capital, ordenó cambios de funcionarios que a su consideración no hicieron bien el trabajo para que Morena arrasara –como él esperaba–, y uno de los más emblemáticos fue el de Gabriel García Hernández, coordinador general de Programas Integrales de Desarrollo.

Seguramente los nuevos gobernadores se esforzarán por hacer un buen papel al frente de sus administraciones, pues hay muchos intereses políticos de por medio, como es la elección presidencial de 2024. Los mandatarios morenistas y su partido harán todo lo que esté en sus manos para mantenerse en la Presidencia de México, mientras que la coalición PAN-PRI-PRD trata de mantenerse cohesionada para postular un candidato común y arrebatarle al obradorismo el Ejecutivo.

Es muy probable que los gobiernos estatales de Morena tengan un trato preferencial de parte de López Obrador, porque en la política mexicana el Presidente de la República regularmente da un trato diferenciado y otorga mayores apoyos a los gobernadores de su partido. Así lo hicieron también los Presidentes priistas y panistas.

En la Cámara de Diputados, de los 500 legisladores de mayoría y representación proporcional, Morena y sus aliados suman 278 escaños, por lo que tiene una mayoría simple que le será de gran utilidad para aprobar iniciativas, puntos de acuerdo y el Presupuesto Federal; sin embargo, no cuenta con la mayoría calificada (334 diputados) para hacer reformas a la Constitución, por lo que tendrá que buscar aliados en el PRI, PAN, PRD o MC.

Se espera que los nuevos gobernadores, diputados locales y federales cumplan sus compromisos de campaña, que hagan un mejor papel que sus antecesores y le vaya mejor a México, que ha sido duramente golpeado por la pandemia, la crisis económica y la violencia.