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Apuntes



MARIO CÁRDENAS DELGADO (ACPE)

Fracaso gubernamental


Jueves 23 de Septiembre de 2021 7:24 am


EN el primer mensaje que José Ignacio Peralta Sánchez pronunció como gobernador del estado, el 11 de febrero de 2016, manifestó a los colimenses justo lo que querían oír de él y un poco más. Se refirió fundamentalmente, a las líneas generales que seguiría su gobierno. Todo era optimismo y esperanza en que, con el nuevo Mandatario, por fin nuestro Colima saldría del oscuro túnel gubernamental en que lo habían sumido Silverio Cavazos y Mario Anguiano, durante los 10 años anteriores.

En materia de seguridad pública se comprometió a que su administración rescataría la tranquilidad y seguridad de la población, propósito para el cual se invertirían mil millones de pesos en equipamiento a las corporaciones policíacas, capacitación de clase mundial a los agentes y la implementación del Centro de Coordinación, Comando, Comunicación y Cómputo, además de promover y propiciar una coordinación eficaz con los 10 Ayuntamientos de la entidad. El edificio del C5 funciona parcialmente y las demás promesas se las ha llevado el viento, ni más tranquilos, ni más seguros, sino todo lo contrario.

Una de las demandas más sentidas que hicieron los colimenses durante su campaña fue que se castigaran los presuntos actos de corrupción cometidos durante el silveriato y el anguianato, razón por la cual Peralta fue claro y contundente al afirmar que el suyo sería un gobierno honesto y transparente, no permitiría las desviaciones ni las irregularidades y lucharía frontalmente contra la impunidad, para lo cual se crearía la Fiscalía Anticorrupción que dispondría de un Ministerio Público especializado en esta materia; ya encarrerado informó que había enviado al Congreso del Estado la iniciativa de una nueva Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública.

Al continuar con este eje, Peralta Sánchez despertó el entusiasmo de la concurrencia que abarrotó el Jardín de la Libertad y puso nerviosos a dos o tres funcionarios estatales y federales que también asistieron al acto, al aseverar: “Haremos realidad el más elemental reclamo de los ciudadanos: los corruptos, a la cárcel. No iniciaremos una cacería de brujas, pero sí una etapa de aplicación pareja e irrestricta de la ley”. ¡Bravo, Gobernador!, exclamó el respetable, creyendo que todo lo que decía el nuevo titular del Ejecutivo se cumpliría al pie de la letra.

Un tercer aspecto que acaparó la atención de los asistentes fue la alusión que el Gobernador hizo a “la innegable crisis de las finanzas públicas”, situación que a su decir se enfrentaría dando “un golpe de timón, un cambio profundo en la manera de hacer las cosas que incluirá la elaboración de un Libro Blanco de las finanzas gubernamentales; la realización de una auditoría integral del ejercicio del gasto público, y la emisión del Decreto de Austeridad más relevante y ambicioso de la historia”. Más aplausos y hasta un ¡Bravo, Gobernador!

A los anteriores ejes agregó el ejercicio de un gobierno honesto y transparente; el rescate de la tranquilidad y la seguridad de los colimenses y la aplicación irrestricta de la ley; el saneamiento de las finanzas públicas y el reordenamiento de la administración. Por si esto fuera poco, agregó que cumpliría los mil 35 compromisos que hizo durante la campaña, más los que se acumularen, además de fomentar el crecimiento económico de la entidad, lo que, viniendo de un economista posgraduado, era de creerse y así lo manifestaron los miles de ciudadanos que rubricaron varias veces con el entusiasta grito de ¡Nacho!, ¡Nacho!, ¡Nacho!

Pero a 48 días de que termine su mandato, los hechos demuestran que los enunciados de Peralta Sánchez fueron motivados por la euforia del momento. Tal vez sí tenía la intención de cumplir pero no supo cómo ni quiso hacerlo, y en consecuencia, lo que entregará a la próxima gobernadora, Indira Vizcaíno Silva, será un estado mucho más inseguro, con una estructura administrativa menos funcional y más obesa, ahogado por las deudas, quebrado financieramente y con ninguno de los que prometió que metería a la cárcel por sus corruptelas recibiendo el castigo que merece.

La de José Ignacio Peralta ha sido, pues, una administración gubernamental fatua, veleidosa, ingrata, ineficaz, ineficiente, sin planeación, sin rumbo, quebrada y además mentirosa, irresponsable, pediche y desvergonzada. Este es, en suma, un fracaso gubernamental, peor, por mucho, que los de Cavazos y Anguiano, por lo menos ellos no regatearon el salario a los trabajadores, los hechos lo demuestran, y la risita de Mario, también.


ACORDEÓN


“La joven exdiputada federal y exalcaldesa de Cuauhtémoc (la mejor de los 10 ediles durante el periodo 2012-2015), fue invitada al Gabinete estatal por su capacidad, experiencia, honestidad a toda prueba, carisma, liderazgo político, lealtad, firmeza de convicciones y excelente trayectoria como servidora pública, entre otras fortalezas. Por ello, considero que su nombramiento como secretaria de Desarrollo Social fue una buena decisión de Nacho Peralta”. Apunte publicado en este espacio el 13 de febrero de 2016. Cómo cambian los tiempos.


Puyazo. Clamor popular actual: ¡Regresa, Nacho…! ¡Paga, Nacho!


apuntesmario@hotmail.com