Indicador político
CARLOS RAMÍREZ
Es prioridad la represión migratoria de Biden
Jueves 23 de Septiembre de 2021 7:26 am
AUNQUE se ha tratado de haitianos reprimidos con
policías a caballo y con látigos, no se ha levantado ninguna voz oficial de
protesta en México, Latinoamérica y el Caribe contra los abusos de la
Administración Biden-Harris, que caen en conductas racistas violentas que en
algunos momentos han sido usadas contra mexicanos que cruzan la frontera sin
cumplir con los requisitos migratorios legales. La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños
(Celac), de la que forma parte Haití, guardó ominoso silencio en su reunión en
México ante la acumulación de evidencias sobre la represión a migrantes de ese
país y otros de la región, incluyendo a México. La cifra oficial habla de casi un millón
y medio de migrantes arrestados en este año en territorio estadounidense al
intentar internarse por la fuerza, con las evidencias agregadas de decenas de
miles más que pudieron cruzar y otros tantos que se enfilan en caravanas hacia
Estados Unidos. La crisis de migrantes fue una extraordinaria
oportunidad que perdieron los jefes de Estado y de gobierno de la Celac porque
aportaba los elementos suficientes para justificar enfoques de desarrollo que
puedan evitar la migración ilegal. La estrategia de la Casa Blanca, avalada y
apoyada en los hechos con la utilización de la Guardia Nacional para contener
cruces ilegales desde el Suchiate, se sustenta en la atención a los efectos de
una larga y severa crisis económica, de desarrollo y de bienestar en la región
latinoamericana y caribeña, sin que haya existido voluntad de Washington para
construir nuevos modelos integrados de desarrollo. Pero también la crisis migratoria revela la
incapacidad de todos los gobiernos regionales para hacer propuestas de integración
productiva. A lo más que han llegado los gobiernos regionales es a firmar
tratados bilaterales de comercio exterior con Estados Unidos, aunque con la
acumulación de evidencias de que la capacidad productiva industrial y
agropecuaria no tiene los elementos de competitividad. Las causas de la migración irregular hacia Estados
Unidos se localizan en un modelo continental de desarrollo basado en la
exacción de recursos y riquezas por la economía capitalista estadounidense y la
falta de retribución hacía los países y las sociedades del sur. Si de veras el
gobierno de Biden quisiera resolver y no sólo encarar la crisis migratoria,
tendría que buscar acuerdos de reorganización productiva de las economías
sureñas. La Celac, como todos los organismos multilaterales
de países subdesarrollados y dependientes, quedó en un mero paño de lágrimas de
carácter ideológico y antiestadounidense, sin que existiera, por ejemplo, la
propuesta de institutos regionales de desarrollo industrial, de organización
agroindustrial y sobre todo de reformas a los modelos educativos y científicos
de capacitación de la mano de obra. La realidad revela que el subdesarrollo
latinoamericano y caribeño es producto de la demagogia ideológica e histórica
de gobiernos populares-populistas-autoritarios-autocomplacientes que esperan
que el imperio resuelva sus problemas. La Celac aún está a tiempo de hacer un
pronunciamiento severo contra la política represiva racista migratoria de los
gobiernos de Clinton-Bush-Obama-Trump-Biden, de pugnar por inversiones
productivas en la región, de buscar un acuerdo migratorio con la Casa Blanca en
el escenario de tratados comerciales existentes o por negociar y de abandonar
la retórica engañosa de nacionalismos que han conducido al distanciamiento de
las olas internacionales de desarrollo. Hasta ayer ningún país de la Celac, ni la Celac misma,
había emitido alguna crítica contra las imágenes de policías de la border patrol cargando con la fuerza de
caballos y látigos contra haitianos en territorio de la Texas racista
republicana. Ni tampoco ha salido de países y organizaciones regionales ninguna
exigencia al congreso estadounidense para propiciar una condena severa contra
el gobierno de Biden, por la represión racista contra haitianos y otros
migrantes que buscan la paz y el bienestar, que sus respectivos gobiernos les
han negado a lo largo de muchos años. Política
para dummies: La política no se
entiende sin el desarrollo productivo, a menos que se envenene de demagogia
tercermundista.
@carlosramirezh