Haya, haiga y más
RAÚL PÉREZ OSORIO
Martes 28 de Septiembre de 2021 7:38 am
Nuestras buenas y nuestras malas acciones, nos siguen casi como una sombra. Buda. EL lenguaje es la personalidad y presentación de un individuo, institución o medio de comunicación, y a eso se deben los esfuerzos que los prevaricadores de la lengua hacen para distorsionarla. A través de ella se expone lo vulgar, humano e inhumano; la nobleza cuando exteriorizamos nuestras desgracias, defectos, penas o alegrías. Todo depende de la capacidad intelectual o del reducido desenvolvimiento cultural humano, debido a las circunstancias sociales, económicas, políticas, etcétera. La diacronía del lenguaje es la historia de la lengua y su evolución desde su origen, hasta como actualmente la utilizamos. Gertrudis Bocanegra fue heroína de la Independencia de México, fusilada por sus ideales, frente al pelotón de fusilamiento. Dijo a los indígenas que siguieran luchando para no ser esclavos, luego se quitó la venda de los ojos y recibió la descarga, ese es lenguaje por amor a la patria. Carlos Salinas de Gortari inició una carnicería contra la oposición y la venta de todos los bienes del país, primer depredador neoliberal. Felipe Calderón Hinojosa, mediante un fraude descarado fue Presidente de nuestro país. Sin escrúpulos dijo: “Haiga sido, como haiga sido”. Bañó de sangre al país y las víctimas que nada tenían que ver en los enfrentamientos entre delincuentes y militares, les llamó “daños colaterales”. Este es el lenguaje de usurpadores abyectos que han llegado a la Presidencia de México. Durante el sexenio de Felipe Calderón, la seguridad pública estaba en manos de Genaro García Luna, quien era la cabeza gubernamental de aquella barbarie. La televisión lo arropaba de prestigio a través de montajes, pero solamente mintieron a gran parte del pueblo mexicano. Hay que recordarle a Calderón que “Haya” es la capital mundial de la justicia, misma donde está demandado por mexicanos y en su momento tendrá que responder por sus crímenes. Que no confunda haya con haiga, estas palabras parecen homófonas porque suenan similar, pero tienen significado distinto. Es clara la frontal batalla que se está librando en México entre la honradez y la corrupción, se está polarizando al país, lo que ha traído consecuencias sociales, económicas y políticas nunca sucedidas en otros sexenios. Se les está exhibiendo a los vivales en toda su dimensión, sin importar rasgo social o económico. A los hombres de ciencia y sabios la humanidad no les regatea nada a través del tiempo; muchos de ellos vivieron en la más absoluta soledad y miseria, entregando su vida a contribuir para que el género humano viva mejor. Recientemente se suscitó un problema extraño entre la comunidad científica de nuestro país. Se ha dicho, por parte de la autoridad respectiva, que hay corrupción entre personas que manejan el dinero de una asociación científica. En lugar de comparecer ante la autoridad, un científico ha recurrido a la calumnia y al odio. Este supuesto científico denigró al Presidente y a su esposa, dejando muy claro el nivel moral, académico, intelectual y humano contrario a la ciencia y a la sabiduría. La vileza como bandera es un estigma para mujeres y hombres de ciencia. De Beatriz Gutiérrez Müller podemos decir es culta, sensible, elegante de manera natural, y se le admira no haber aceptado ser primera dama, porque está consiente que todas las mujeres de México son primeras damas. Esto la distanció radicalmente de Angélica Rivera, Martha Sahagún, Margarita Zavala, entre otras. El poeta Salvador Díaz Mirón sale a la defensa de los injuriados en su poema A Gloria: “¡Deja que me persigan los abyectos! ¡Quiero atraer la envidia, aunque me abrume! La flor en la que se posan los insectos es rica de matiz y de perfume. Los claros timbres de los que estoy ufano, han de salir de la calumnia ilesos. Hay plumajes que cruzan el pantano y no se manchan… ¡Mi plumaje es de esos! ¡Confórmate, mujer! Hemos venido a este valle de lágrimas que abate, tú, como paloma para el nido, yo como león, para el combate”.