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Leer o no leer



RAÚL PÉREZ OSORIO


Martes 19 de Octubre de 2021 1:09 pm


“Ser o no ser” es una frase de William Shakespeare, y encierra un dilema existencial para Hamlet, que finalmente termina en tragedia.

Shakespeare analizó a fondo el alma y las pasiones que mueven al ser humano: la envidia, el odio, el amor, la avaricia, la maldad política, la ingratitud filial, etcétera. Esa fuente de la lectura universal se abreva en las obras del bardo inglés, y estoy seguro que los montajes televisivos, la comunicación sistemática que utilizan y demás artimañas de la desinformación, son para dañar el criterio de la sociedad.

En una reunión en la que participó Jorge Velasco Rocha, el 2 de octubre, sin recordar textualmente las palabras, dijo que la lectura y la cultura hacían insobornable a quienes la practican. Definitivamente esto abona para que las generaciones actuales concentren más su capacidad sensible e intelectual en la lectura.

Hace pocos días escuché una frase del presidente Andrés Manuel López Obrador, que lo ubica como uno de los hombres más optimistas del mundo. De manera muy natural y sencilla dijo que el pueblo mexicano era de los más informados del mundo, y he aquí la confrontación más radical contra las élites económicas y políticas corruptas que fueron humilladas y ofendidas en la elección de 2018, mismas que tienen una postura diametralmente opuesta de lo que piensa y siente el pueblo de México.

En los hechos, los neoliberales ratifican que el pueblo mexicano no fue inteligente al votar por Andrés Manuel López Obrador, y el fundamento de esa postura contra la mayoría, es porque ellos consideran que el criterio de los mexicanos debe estar encapsulado en lo que sale en la radio, la televisión o la información impresa y digital, propiedad de empresarios y clase política. Esta forma de pensar lo proporciona su neoliberal formación, que no es otra cosa que la corrupción, soberbia y el odio que tienen.

Si lo que a continuación menciono es verdad, será un escándalo nacional que dañará a la Iglesia Católica. Si damos crédito sin investigar, seríamos unos títeres de la desinformación, tan de moda en estos tiempos.

Se dice que un arzobispo de México está involucrado en la venta de la patente de la Virgen de Guadalupe, misma que fue vendida a una empresaria de nombre María Teresa Herrera. Dicen que ese prominente católico recibió más de 12 millones de dólares por el negocio, lo único que nos falta saber es si a Juan Diego lo incluyó en el trato. Vender a la madre de todos los mexicanos es dejar en la orfandad a millones de fieles y creyentes, ¡eso no se vale!

El río de la historia mexicana arrastra una frase que no la publicitan los afectados, hoy vencidos por la voluntad popular. Aquella lapidaria frase de AMLO dice: “Por último, diputadas y diputados, con sinceridad les digo, que no espero de ustedes una votación mayoritaria en contra del desafuero, no soy ingenuo, ustedes ya recibieron la orden, de los jefes de sus partidos, y van actuar por consigna, aunque se hagan llamar representantes populares, ustedes me van a juzgar, pero no olviden que todavía falta, que a ustedes y a mí nos juzgue la historia”.

En su gira por uno de los estados del norte del país, AMLO recibió de un niño una gorra, que era de la empresa donde el papá del niño trabajaba, pero no sé si se le olvidó al niño que la gorra iba llena de cacahuates. AMLO se quedó con todo, imagino que los medios deben estar preparando ya el juicio contra ese delito brutal que cometió el Presidente contra un menor de edad, aprovechando su inocencia.

Este puede ser un tema de la prensa y medios de comunicación distorsionadores del criterio y la cultura contra el pueblo de México. Seguramente este acto de AMLO es mucho más grave que miles de personas inocentes que murieron en el periodo de Felipe Calderón.

Finalmente, mi más sentido pésame a la familia, de Severo Vega Ortiz, por su sensible fallecimiento. Hombre de campo, trabajador y honrado. “El que la tierra ha labrado, no duerme bajo la tierra”.