Magisterio desamparado
ALBERTO MAGALLÓN ESTRADA
Sábado 23 de Octubre de 2021 7:28 am
SIN duda, uno de los sectores más afectados por el impago por
parte del gobierno del estado, es el de los maestros adheridos al SNTE 39, pues
además del retraso en sus quincenas, no cuentan con servicios médicos y esa
situación se torna ahora especialmente delicada ante la pandemia de Covid-19. En el magisterio
estatal, además del enojo por no recibir a tiempo sus pagos, hay preocupación
por el decreto presidencial con el que se pretende regresar en breve a las
clases presenciales en preescolar, primaria y secundaria, pues en muchas
escuelas no hay las condiciones de higiene para garantizar un regreso seguro a
las aulas. En decenas de planteles
escolares tienen problemas de falta de agua, drenajes en mal estado, toneladas
de basura y ramas que no han sido recogidas por los ayuntamientos y no hay
dinero para hacer las reparaciones necesarias a las redes sanitarias. Además,
las direcciones tienen dotaciones muy raquíticas de gel alcoholado, jabón y
cloro, que apenas les alcanzaría para unos cuantos días. En algunas escuelas ni
siquiera tienen termómetros para medir la temperatura ni cubrebocas suficientes
para proporcionar a los niños y adolescentes que acudan y no lleven esta
protección. El gobierno de José
Ignacio Peralta Sánchez dejó de enterar a la Dirección de Pensiones Civiles los
montos correspondientes a las cuotas y descuentos que cada quincena se les hace
a los miles de trabajadores, por lo que esa dependencia no ha podido pagar a
todos los médicos y clínicas que venían brindando servicios médicos a los
profesores y demás personal adherido al SNTE 39. De manera lastimosa,
cuando un maestro o trabajador se enferma y acude a alguno de los médicos que
trabajaban con Pensiones, éste les dice que no lo puede atender porque a él no
le están pagando las consultas o que la Dirección de Pensiones ya le debe
mucho. Lo mismo pasa en los casos de especialidades y laboratorios clínicos. En los colectivos
escolares, que son la máxima autoridad en las escuelas, los docentes han
externado su molestia y preocupación por el riesgo que puede representar un
regreso presencial en estos momentos, pues con justa razón preguntan: ¿Qué
pasará si un maestro o cualquier trabajador se contagia de Covid-19; sin dinero
por no cobrar sus quincenas a tiempo y sin médicos que los quieran atender? Se quiere obligar al
magisterio a clases presenciales, pero ni siquiera se tienen los protocolos
claros sobre las medidas de higiene y sana distancia. Los gobiernos federal y
estatal han fallado inclusive en aspectos tan básicos como es la comunicación
con la comunidad estudiantil. El riesgo para los
profesores, directores, trabajadores administrativos, de apoyo e intendentes,
es muy alto, porque no obstante que han bajado los casos de coronavirus en la
entidad y que Colima se encuentra en semáforo amarillo, no es una garantía de
que no se puedan contagiar. En los últimos días la Secretaría de Salud ha
reportado un promedio de unos 30 casos nuevos diarios y de una a cinco
defunciones. En unos días más terminará
su gobierno Peralta Sánchez y dejará una deuda millonaria a la Dirección de
Pensiones, por lo que desde estos momentos el SNTE 39 debe gestionar ante la
próxima gobernadora Indira Vizcaíno Silva, que se regularice esta situación en
el menor tiempo posible, pues es una violación a los Derechos Humanos de los
docentes y demás personal del magisterio estatal que se les niegue el derecho a
la salud consagrado en nuestra Constitución. AL CIERRE
En
la medida que fenece el gobierno de Nacho Peralta, arrecian las protestas los
trabajadores estatales y en los próximos días se verán paros totales en las
distintas dependencias e instituciones por el impago de sueldos. El Mandatario
cometió un error garrafal al tomar el dinero de las nóminas para pagar los
créditos a corto plazo de los bancos. Además del grave daño a las familias, ha
afectado a la mayoría de los sectores comerciales y de servicios de todo el
estado, pues en la entidad no hay suficiente circulante.