Ser un héroe

RUTH HOLTZ*
Sábado 20 de Noviembre de 2021 10:22 am
VIVIMOS en un tiempo de incredulidad, de miedo y de confusión. Es
necesario que recobremos nuestras fortalezas. Es importante que nos demos
cuenta que somos dueños y no víctimas de nuestras circunstancias. Nuestras
decisiones, acciones y actitudes influyen en el mundo que nos rodea tanto como
tengamos integridad, impecabilidad y grandeza energética. Todos llevamos un héroe
dentro, ese que quiere despertar lo mejor de nosotros mismos, de otros, de
cambiar el mundo, de buscar el bien, la justicia, la libertad, la paz y la
plenitud. Pero hemos perdido contacto con el héroe que llevamos dentro y nos
hemos dejado arrastrar por la precariedad del tiempo presente. Muchas personas están
abatidas por las pérdidas de seres queridos, por la enfermedad, por el
cautiverio de las mascarillas y los controles de la antes libre circulación,
por el aislamiento cuando es vital socializar. Este tiempo ha ido arrancando a
muchas personas su estabilidad. Sobre todo si ésta depende de situaciones,
eventos y la existencia de ciertas personas queridas. La estabilidad de cada
uno tendrá que estar en base firme y trascendente para no poder ser arrancada.
El verdadero heroísmo surge precisamente de esa trascendencia. Un héroe necesita
aceptarse como tal y prepararse para enfrentarse a los desafíos de la vida. Ser
valiente y buscar ser competente. Y entonces inicia la travesía en la cual un
héroe enfrentará pérdidas, sufrimiento, muerte, el abandono de todas las
“seguridades” en pos de que conquistarse a sí mismo y dar lo mejor de sí al
mundo. Aprender a amar valores más altos, guiarse por metas trascendentes es
uno de los retos más grandes de un héroe. Finalmente el camino lo irá
madurando. Un héroe llega a convertirse en poderoso de un modo particular. Y
viene el retorno al reino que abandonó para gobernarlo, a su vida con una nueva
perspectiva y visión que le permite dominar sus circunstancias y no ser más
nunca víctima de ellas. Despertar al héroe que
llevas dentro implica un acto de integridad, impecabilidad y grandeza
energética. Para ello es preciso reconocer nuestros dolores y sanarlos, decidir
qué valores guiarán nuestras acciones, no podemos dejarlas a la deriva del
mundo o de nuestros apetitos que son tan volátiles y aprender a liberar nuestra
energía sin perderla ni atarla o usarla para sufrir. Este proceso puede ser
apoyado por una psicoterapia, en la que el psicoterapeuta también es un héroe
que hace bien su trabajo de estar allí, de procesar en equipo las vivencias
poniendo su mente y su corazón para pensar y sentir lo que le pasa al otro. La
psicoterapia busca que la persona recobre su integridad, que sea impecable en
sus acciones sin miedos, apegos ni confusiones y que no tenga fisuras
energéticas, es decir, que su grandeza energética sea recobrada. Las tensiones musculares
son una forma de usar la energía vital para contenerse y no hacer, decir o
sentir aquello que no se desea. No es un
control resultado del dominio y la seguridad, sino de un acto de represión, en
parte consciente y en parte inconsciente, en la que se sufre tanto a nivel
corporal como a nivel emocional. Y que finalmente no resulta efectiva para
vivir armónicamente. Un héroe no puede actuar movido por su miedo o su ira,
reprimiéndose y fingiendo. Además, al usar la energía para la represión se
tensa la musculatura desperdiciando la energía que se podría disponer para
acciones creativas y de poder que un héroe, según su misión, requiere. Todos nacemos con un 100
por ciento de energía vital o bioenergía, y la vamos invirtiendo en diversas
cosas. Un héroe procura mantener su grandeza energética sin fisuras y trata de
usarla para fines más nobles que reprimirse, tener miedo o soberbiamente
agredir a otro por un juicio: “tengo razón” e imponerse. Estos fines son los
primeros que un héroe renuncia tener. Hay muchos tipos de
héroes, “tú puedes ser uno de ellos”. Conecta con tu héroe interior. *Psicoterapeuta 312 330 72 54 / 312 154 19 40
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