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La palabra del domingo



ÓSCAR LLAMAS SÁNCHEZ

Reinar es amar y servir


Domingo 21 de Noviembre de 2021 7:48 am


EL Evangelio de este domingo nos dice que Poncio Pilato preguntó a Jesús: “¿Tú eres rey?”. Jesús le respondió: “Tú los has dicho, soy rey”. Cristo como hombre se sujetó al sufrimiento y a la muerte por amor a nosotros. Se sometió a la humillación y a la pobreza.

Fue el siervo de los siervos. Pero a la vez Cristo como Dios sobrepasa infinitamente la condición humana. Él es por derecho propio, rey de reyes, dueño y señor del universo.

Pero Jesús, al proclamarse rey ante Pilato, determinó el significado profundo de su reino entre los hombres. Su reino no es de este mundo, es decir, al estilo del mundo. Cristo Jesús no pretende dominar, oprimir, esquilmar. Su reino es para servir al hombre, para salvarlo. Los poderosos del mundo quieren dominarlo todo: bienes, consciencia, libertad. Además ponen condiciones a Dios.

Jesús dijo: “Los reyes de la tierra dominan a sus pueblos y se hacen llamar sus bienhechores; pero yo no. Yo estoy entre vosotros como el que está para servir. Si alguno quiere ser el primero entre vosotros, que se haga el último de todos y el esclavo de todos”.

Cristo es el rey del mundo, porque ha amado tanto al mundo, que le ha dado su vida para vivificarlo y su cuerpo para alimentarlo. Las multitudes hambrientas de la verdad y del amor lo buscan porque él es el único que justifica y da valor a la existencia del hombre. Lo buscan porque vale la pena vivir luchando por el establecimiento de ese reinado de justicia, de paz y de amor.

Ser súbdito de Cristo es alistarse en el servicio de Dios y del hombre. Es preocuparse por el bienestar de los demás. Ser portadores de reconciliación y de perdón, de solidaridad con los pobres, de verdadera fraternidad con todos los hombres, sin distinción de clases ni de razas. Entrar a formar parte de su reino es comprometerse a realizar un nuevo modelo de hombre y de sociedad que nos haga capaces de vivir conforme a la verdad y a la justicia.

Agregarnos al reino de Cristo es despojarnos del egoísmo que esclaviza. Es encontrar la verdad que nos hace libres, es encontrar la fuerza para amar sin condiciones. Empecemos hoy a reinar con Cristo en nuestra familia, en nuestro barrio, en nuestro trabajo, en nuestro ambiente, haciéndonos servidores de todos. Servir es entrega, es amistad, es amor que enaltece y perfecciona la calidad, la dignidad de hijos de Dios.

Amigo(a): Alimentados con el pan de la Eucaristía que da la vida eterna, pidamos al señor que quienes nos esforzamos por obedecer aquí los mandamientos de Cristo Rey, podamos vivir con él eternamente en el cielo.