Cargando



Entropía del poder



MELY ROMERO CELIS

Comer es lo que más nos está costando


Viernes 13 de Mayo de 2022 8:28 am


POR increíble que parezca, comprar la despensa o los ingredientes del día para la comida, hoy es una situación desalentadora. Nos angustia que nuestro dinero ha perdido su poder adquisitivo de manera muy significativa, y que lo que venimos sintiendo desde hace ya varios meses, ha sido confirmado por el más desagradable indicador de una economía: la inflación.

Esta clara medición de la entropía está ya al 7.7 por ciento, el nivel más alto desde hace 2 décadas. Y aún más grave: hay expertos opinando que la inflación puede llegar al 10 por ciento para el tercer trimestre de este año.

Esta tendencia acelerada de la inflación podría tener efectos nocivos en la seguridad alimentaria de México. Tan grave es la situación que el Presidente hace unos días anunció un Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC). Aplaudo que se tomen medidas importantes para frenar el caos de nuestra economía, sin embargo, hay que analizar muy bien las causas y las variables que nos tienen así, medir la entropía, para identificar si el PACIC será suficiente para salvaguardar nuestro patrimonio de vida.

Es importante reconocer que son varios países los que están teniendo índices inflacionarios altos. La guerra entre Rusia y Ucrania indudablemente vino a afectar nuestros mercados, pues ambos países suministran el 20 por ciento de granos y fertilizantes que consume el mundo. Ante la interrupción de cadenas de abasto por bloqueos y ataques, los precios de estos insumos encarecieron un 40 por ciento.

México lo resiente de manera particular, dependemos en gran medida de los fertilizantes de Ucrania y de los granos de Rusia para la producción de alimentos. Además cada vez son menos los productores que desean sembrar porque ya no tienen acceso a financiamientos para la compra de insumos, ni cuentan con apoyos para maquinaria y equipo, o porque les resulta demasiado atractivo el subsidio para sembrar árboles en lugar de granos. Estas realidades son consecuencia de las modificaciones al presupuesto público impulsadas por el Gobierno Federal; ¡son 88 mil millones de pesos que se han dejado de inyectar al campo mexicano en tan solo 4 años!

En consecuencia, los precios de los alimentos han escalado: el precio de la tortilla se ha incrementado hasta en un 27 por ciento, las frutas y verduras en 15.84 por ciento, las carnes, lácteos y otros productos pecuarios en un 13.21 por ciento. Al mismo tiempo, estamos dejando de producir alimentos básicos, el año pasado se incrementaron las importaciones de maíz, frijol, trigo y arroz en un 56 por ciento. El plan del Presidente contempla incrementar en 2 millones de toneladas la producción de estos granos, pero nuestro consumo anual es mayor a las 60 millones de toneladas. La verdad es que seguiremos importando más de lo que producimos de algunos alimentos.

Como parte de su plan, el Presidente plantea rescatar dos grandes acciones que México ya venía realizando con resultados reconocidos a nivel mundial, pero que se dejaron de lado en este sexenio: fomentar la producción para el autoconsumo e incentivar el uso de fertilizantes orgánicos. Ahora, se buscará volver a comenzar y avanzar a prueba y error, como en la mayoría de las acciones de este gobierno.

Esperar resultados positivos del PACIC en tan sólo 6 meses, en mi opinión, es inalcanzable. Los productores requieren más que invitaciones de gobierno. Producir es lo que ya saben hacer, ellos requieren organización, esquemas eficientes de comercialización, financiamiento y acceso a fertilizantes baratos.

Pero si ya sabíamos esto desde inicio del sexenio, si ya veíamos venir los efectos de la guerra, si ya sabíamos que los productores estaban dejando de producir, me parece realmente inaudito que hasta mayo de 2022 se haya decidido intervenir.

Bajo las condiciones actuales, aunado a las presiones externas, hay quienes opinan que veremos este incremento acelerado de precios, al menos hasta 2024. A menos, que ahora sí, se actúe a tiempo.