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SERGIO BRICEÑO GONZÁLEZ

Viggianahuatl


Martes 17 de Mayo de 2022 7:59 am


AL más puro estilo Evo Morales, pero con la pequeña diferencia de que ella es whitexican y el boliviano de pura cepa incaica, la señora Carolina Viggiano quiso agregar a sus redes sociales a los innúmeros integrantes de nuestros pueblos originarios que cohabitan con ella en territorio hidalguense, puesto que, según ella, este es el estilo de Cepillín de hacer más y más amigos sin tener que recurrir ni al Tío Gamboín ni a Chabelo.

A quién se le ocurre andarle hablando en náhuatl, con los consiguientes tropiezos de quienes cecean a la menor provocación y fruncen el ceño como cualquier gallego, precisamente a nuestras raíces, esas que fueron vapuleadas por un priismo primitivo y originario que se llamó en aquel entonces, de por allá del siglo XVI, nada menos que criollos y peninsulares, que de península tiene mucho la dama Viggiano, pues como dice el dicho: Qui va piano va lontano, o lo que es lo mismo: “quien va despacio llega lejos”.

Pero el problema es que la estrategia parece haber sido extraída del más puro estilo Donna Karan, pues solo esos vestidos, junto con los de Christian Dior, escoltan los dichos de la candidata Viggiano, quien en el colmo de la empatía antropológica y en un acceso prolongado de poblanez, se tomó la molestia de leer términos en ñhañu o de plano en un rascuache náhuatl tipo “tlaxcamatle”, nomás pa’ no sentirse fuera de esa rebanda de pastel, o de tortilla de patata, que habla esta y otras lenguas, como el otomí; pero que de Viggianos y de Austrias (segundo apellido de la esposa de Rubén Moreira) ya están hasta la calzada.

Aceptando sin conceder, lo que podemos detectar en la actitud de Madame Viggiano, o mejor dicho, de Fräu Viggiano, o ya entrados en gastos, de la Signora Viggiano, es un afán impertérrito por colocar en primer plano una lengua de la que nomás ahora que es candidata se acordó y a la cual recurre para tratar de convertir esos 22 puntos porcentuales de preferencia de los que goza en jugosos 50 ó 53 por ciento, que son los que ahora tiene su contrincante de Morena, PT y Nueva Alianza, el señor Julio Menchaca. Pero aunque citara al mismísimo Nezahualcóyotl, lo más malo del PRI está por llegar a la tierra pachuquense: su debacle.

Después de todo, a lo que nos enfrentamos es a un manejo de lenguas donde, al parecer, quien más las domina es la abanderada tricolor, quien haciendo alarde de su multilingüismo se lanza un día sí y el otro también, a hablarles a los connacionales en un idioma que no parece bien pronunciado, pero que sirve para atraer votos y distraer atenciones de lo verdaderamente importante: el futuro de Hidalgo. Ya veremos de cuáles pulques salen más burbujas, pues desde Apan hasta Ajacuba parece que el resultado está definido y nadie quiere nada con el PRI.

El príncipe poeta, el monarca de los bardos prehispánicos pareciera decirle desde ultratumba a la signora Viggiano: ¿Kwix ok neli nemowa in tlaltikpak?/ An nochipa tlaltikpak:/san achika ya nikan, que no es otra cosa que “¿Acaso deveras se vive con la raíz en la tierra?/ No para siempre en la tierra/ solo un poco aquí”.