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A pesar de la infodemia



SERGIO JIMÉNEZ BOJADO


Miércoles 18 de Mayo de 2022 8:27 am


CADA día que pasa fortalece mi convicción de que el proyecto de la Cuarta Transformación se consolida felizmente en beneficio de la sociedad en su conjunto, al comprobar que se está cumpliendo a cabalidad con todos los compromisos asumidos en el documento madre denominado: Proyecto Alternativo de Nación, presentado en la plataforma electoral de la coalición “Juntos haremos historia”. Estamos en vísperas de la elección del 2 de julio de 2018, fecha en la que se alzó el triunfo del actual presidente de la República, licenciado Andrés Manuel López Obrador. 

Por azares del destino nos tocó vivir esa grata experiencia electoral, que optó por la vía pacífica y democrática, como resultado del cambio radical en la estrategia de campaña basada en el ingenio e innovación; pero, sobre todo, en el esfuerzo incansable de visitar todos los rincones de México a ras de suelo, llevando el mensaje de cambio de esperanza en el que se ponderó lo que hoy es una realidad: el combate frontal a la corrupción, la austeridad republicana, la erradicación de la impunidad y el actuar con rectitud; principios fundamentales que, hermanados al “no mentir, no robar y no traicionar”, son la doctrina que hoy cobra vigencia y rige el comportamiento de los servidores públicos surgidos del Movimiento de Regeneración Nacional en los tres niveles de Gobierno a lo largo y ancho del territorio nacional. 

Esta conducta responde a la visión de construir una república amorosa que solo podrá concretarse en la medida que permee en el imaginario colectivo el humanismo y la fraternidad; valores filantrópicos que se forjan principalmente en el seno de la familia, en la escuela o socialmente por modelación, y que actualmente se han degradado. 

Por lo tanto, tenemos que asumir todos el compromiso de fomentarlos, para ello contamos con la mejor herramienta, indispensable, auspiciada por este régimen, y la conocemos como: “revolución de las conciencias”, que no es otra cosa más que moralizar al país basados en información veraz y científica; no como ocurre hoy, que la mayoría de medios intoxican a sus audiencias y lectores con una rabiosa cruzada mediática en contra del proyecto de la Cuarta Transformación de la vida pública de México. 

Y lo hacen porque esta transformación reivindica a los olvidados, a los explotados, a los alejados de la mano de Dios. Lo que de facto margina a estos vivales que lo promueven, porque sienten la nostalgia de los privilegios que, por largo tiempo, disfrutaron estas castas económicas dominantes, públicas o privadas, que tenían identidad en común por su proclividad a la corrupción. Pues todos los que la encabezaron son los damnificados de este nuevo modelo económico que, contrario al anterior, pugna por una mejor distribución de la riqueza nacional, logrando acortar la gran brecha de desigualdad social que aún pervive en nuestro país y que es consecuencia de estos nefastos gobiernos del pasado en complicidad con esta caterva de traidores a la patria.

No obstante, nos anima la patriótica determinación del gobierno de no dar un paso atrás en este proyecto de regeneración del país, a sabiendas de que enfrenta al poder económico, que ha sido parte de la mafia de la corrupción, y que han reaccionado a esta propuesta de cambio de manera virulenta y sistemática; hermanados por intereses inconfesables y que, como hemos visto, ahora en el colmo del cinismo, y con el arma de la mentira, se erigen como ambientalistas, feministas o humanistas, criticando a diestras y siniestra cada una de las acciones emprendidas por este gobierno en favor de la gente.

No olvidemos que, sin rubor alguno, se pararon en la tribuna de la Cámara de Diputados a defender sus intereses y los de sus aliados en contra del pueblo ante la presentación de la iniciativa de reforma a la Ley Eléctrica, que traería beneficios a la mayoría de las familias mexicanas al fortalecer la rectoría del estado sobre esta materia; pero como nos consta se opusieron estos sátrapas a favorecer la economía popular, argumentando una sarta de mentiras que, afortunadamente, nadie les creyó, logrando con ello el repudio de la mayoría de la gente que atinó a calificarlos de traidores a la patria, expresándoles en diferentes foros su inconformidad que en muchos casos les corean: “esos son, esos son los que roban la nación”.


*Director General del Instituto Colimense del Deporte