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Los presidenciables



MANUEL GODINA VELASCO


Miércoles 18 de Mayo de 2022 8:28 am


EL presidente López Obrador, con la habilidad que tiene para imponer agenda de discusiones y mostrar su ironía, desde hace meses se designó como “destapador de corcholatas”, refiriéndose al proceso de designación de precandidatos para la sucesión presidencial, que en las mejores épocas del priismo se conocía popularmente como “el destape”.

Según su preferencia, ungió a Claudia Sheinbaum como la favorita para poder llegar a ser la candidata de Morena para el cargo de Presidenta de la República en el proceso electoral que se vivirá en el 2024, llegando al extremo de levantarle la mano en un evento público para señalarla como su elegida anticipada.

Sin embargo, ante el decaído ánimo de Marcelo Ebrard por esas muestras de apoyo a su “corcholata” predilecta, el Presidente tuvo que idear otro evento con la presencia de Marcelo para hacer crecer su figura y su cercanía con AMLO, a quien hace años le cedió la oportunidad de ser el candidato a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, donde el propio Marcelo fue uno de sus destacados colaboradores. 

Al observar el Presidente que entre ambas figuras, ya enlistadas para participar en la grande, comenzaron a manifestarse grupos de manifestantes o simpatizantes por uno u otro (surgiendo el golpeteo entre ambos rivales políticos para dicha posible candidatura al haber sacudido el avispero; como los magos de la chistera), ante los diputados y senadores reunidos en el Salón Tesorería de Palacio Nacional, como acostumbra, destapó a su tercera corcholata ante la presencia de Adán Augusto López en dicho acto, preguntando sarcásticamente a los presentes si Adán Augusto era o no un eficiente funcionario de su gabinete. La respuesta espontánea de los presentes no se hizo esperar, con mano alzada y exclamaciones de apoyo ungieron al titular de Gobernación como otro favorito.

Sabiendo de las diferencias y roces que ha habido entre Ricardo Monreal y el Presidente, éste no lo ha mencionado ni por equivocación entre los posibles precandidatos que Morena deba postular como candidato para la Presidencia. Ricardo, por su cuenta, se ha autopostulado como el mejor prospecto morenista para dicho cargo. En un evento de apoyo a la candidata de Morena y sus aliados para la gubernatura de Quintana Roo, al que acudió Ricardo el domingo pasado, los asistentes al mitin político corearon el grito de: “¡Presidente...Presidente!”; aunque sabe que no tiene el aprecio del gran elector, confía en que lo favorezcan “los tiempos de la política, que conozco bien”.

Tanto Claudia, como el mismo Marcelo, en anteriores visitas de proselitismo a los candidatos morenistas de Hidalgo y Durango, también fueron exclamados por la multitud morenista en diferentes eventos políticos, con la misma frase de: “¡Presidenta!” o “¡Presidente!”, según el caso. La desesperación de Claudia por subir en las encuestas de opinión la ha obligado a acudir semanalmente a los eventos de proselitismo de candidatos o candidatas de Morena en diversas entidades, a donde han asistido Indira Vizcaíno y Layda Sansores, gobernadoras de Colima y Campeche respectivamente, que abiertamente se comprometen con su causa.  

Si bien en los afectos presidenciable solo figuran la lealtad de Claudia y de Adán, en las encuestas y mediciones de popularidad sobresalen en los últimos días solo Claudia y Marcelo, con empate técnico en las preferencias, no solo de los morenistas, sino de la población abierta de ciudadanos que observan u opinan a quiénes consideran como mejores candidatos, sin importar el abanderamiento que los postule.

En el caso de Adán Augusto, se ha ganado la confianza de AMLO, por encima del afecto presidencial que le otorga a Claudia; sin embargo, las simpatías populares no le favorecen, ya que tanto Claudia como Marcelo rondan los 30 puntos de preferencias y Adán con trabajo remonta apenas un seis por ciento.

Muchas cosas ocurrirán entre junio de 2022 y diciembre de 2023 para que se defina al candidato morenista.