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Bloqueo



EDITORIAL


Miércoles 25 de Mayo de 2022 7:44 am


FAMILIARES de un menor de 15 años de edad y un joven de 31 años, que se encuentran desaparecidos, tomaron ayer el puente Coahuayana, ubicado en los límites de Colima y Michoacán, en la carretera Tecomán-Lázaro Cárdenas.

De acuerdo a fuentes policiales, las dos personas desaparecieron en el tramo Tecomán-Cerro de Ortega desde el pasado viernes. Al parecer, un comando los habría privado de su libertad y hasta anoche no se sabía nada de su paradero.

Los manifestantes, que bloquearon la víspera el puente que divide a ambas entidades, exigieron hablar con las autoridades de la Fiscalía General del Estado de Colima (FGE) y pidieron que sus familiares sean encontrados y regresen con vida.

Es entendible el dolor de las familias por la desaparición de estas dos personas, que se suman a la larga lista de quienes se encuentran en calidad de no localizados.

De acuerdo a cifras oficiales, en el estado han desaparecido más de mil 400 personas, la mayoría de ellas mujeres y también un gran número de menores de edad.

Ante los magros resultados de la FGE y de la Fiscalía Especializada en Búsqueda de Personas, familiares de víctimas de este delito se han agrupado en organizaciones civiles y colectivos para buscar por su cuenta a sus seres queridos.

La libre manifestación está garantizada por la Constitución; sin embargo, el bloqueo causó graves trastornos y pérdidas económicas a personas y comerciantes que utilizan esta vía de comunicación. Se espera que el fiscal Bryant García atienda de manera urgente esta demanda de los agraviados.

Acciones como la de ayer, de bloquear una de las principales carreteras del estado, como es la Tecomán-Lázaro Cárdenas, se entienden por la desesperación de las familias de las víctimas. El dolor que representa que secuestren y desaparezcan a miembros de la familia, es desgarrador, indescriptible.

Este tipo de manifestaciones y protesta podrían repetirse cada vez con mayor frecuencia en carreteras, calles y dependencias públicas de Colima, pues la violencia e inseguridad siguen aumentando y no se ven políticas públicas ni estrategias efectivas de las autoridades de los tres niveles para combatir al crimen.