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Malas compañías



MARIO ALBERTO SOLÍS ESPINOSA

Demócratas de ocasión


Miércoles 25 de Mayo de 2022 7:45 am


CUANDO debería ser un asunto de trámite y una simple homologación de la Constitución local con la Federal, el tema de la revocación de mandato se le indigestó a la mayoría de Morena en el Congreso del Estado y ahora no tienen claro cómo salir de un problema que ellos mismos generaron. 

La figura de revocación de mandato existe en Colima desde febrero de 2019, cuando los diputados de entonces, también de mayoría lopezobradorista, reformaron la Constitución Política del Estado; sin embargo, nunca elaboraron una legislación secundaria para completar el proceso legislativo. 

Ante esa omisión que se extendió durante más de dos años, el Tribunal Electoral del Estado (TEE) ordenó al Poder Legislativo que emita, en un plazo menor a 60 días, las disposiciones legales que establezcan la aplicación de esa figura de participación ciudadana en la entidad. 

Parecería sencillo el asunto, pues Morena es el impulsor de la revocación de mandato en todo el país; incluso en Colima, los principales liderazgos de ese instituto político, incluida la gobernadora Indira Vizcaíno Silva, promovieron el ejercicio cuando se trató de evaluar al presidente Andrés Manuel López Obrador. 

Sin embargo, ahora, ante la posibilidad de que la revocación aplique para la actual titular del Poder Ejecutivo, todos dicen que sí, pero no dicen cuándo; confunden, cantinflean, se enredan solos, parece que de manera calculada, para darle vueltas a un tema que tendría que resolverse sin mayores dilaciones. 

Si ya existe en la Constitución local la figura de revocación de mandato, solo es necesario emitir una ley secundaria que especifique las fechas para la aplicación de ese ejercicio, el resto de las disposiciones deben trasladarse de la Constitución federal, en un trabajo de armonización. 

Pero justo en ese detalle está el problema; el régimen morenista calcula, desde ahora, que una evaluación a mitad de mandato podría no ser tan benigna con la gobernadora Indira Vizcaíno Silva, quizá no al punto de revocarle el mandato, pero sí dejar marcada su administración con el rechazo popular. 

Tales razonamientos son lógicos para quien ostenta el poder, sin embargo incongruentes e inadmisibles si la nueva casta gobernante se asume como demócrata, digna y diferente a sus antecesores; si eso fuera verdad, no caben los cálculos políticos a la hora de tomar decisiones. 

Sin más complicaciones, Morena y sus aliados en el Congreso del Estado deben presentar la iniciativa de ley en materia de revocación de mandato, en la que se especifique que dicho ejercicio ciudadano deberá realizarse luego de que se cumplan tres años del actual periodo gubernamental. 

No tiene muchas opciones el bloque oficialista en el Poder Legislativo; ya existe un plazo fatal impuesto por el TEE, pero, además, la obligación moral de llevar a la práctica su discurso de transformación, democracia, obediencia al veredicto del pueblo y todos esos preceptos que dicen seguir. 

Incluso, tendría que ser la propia gobernadora Indira Vizcaíno Silva quien sugiera al Congreso del Estado que apure la iniciativa, pero, asimismo, la mandataria debería pronunciarse de manera clara y contundente para que la primera consulta de revocación de mandato en la entidad aplique a su gobierno.


BREVE HISTORIA PARA CAMILA


La princesa vivió en carne propia la esencia del amor rojinegro. El sábado pasado aceptó ver conmigo el segundo tiempo de la semifinal contra Tigres; juntos vivimos un tobogán de emociones, pasamos de la euforia, a la indignación, el coraje, la tristeza, la resignación y nuevamente la alegría. Todo eso en 45 minutos. Una inyección de adrenalina que nos zarandeó como solo sabe hacerlo nuestro equipo. Creo que la moconeta ahora sí entendió a la perfección la frase “a lo Atlas”, porque ya finalizado el encuentro solo me dijo: “no quiero volver a vivir ese estrés”. En el fondo, es rojinegra, ese equipo es parte de nuestra historia. Ella no lo recuerda, pero uno de sus primeros pañaleros fue del Atlas y uno de sus peluches un zorrito con la playera del campeón. En fin, es un buen momento para ser del Atlas.