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CLAUDIA GABRIELA CAMACHO ANDRADE

Evitar la fragmentación


Sábado 11 de Junio de 2022 11:03 am


ADEMÁS de presentar su plan de trabajo con los puntos prioritarios, ahora mismo los candidatos a liderar la sección 39 del SNTE también deben hacer un compromiso puntual para que quien resulte favorecido con el voto directo y secreto garantice la no fragmentación o polarización de un gremio que, de por sí, ha sufrido un constante debilitamiento.

Tanto el candidato de la planilla roja, maestro de primaria, Cristian Vega Cruz, como el representante de la planilla morada, maestro de telesecundaria, David Hernández Viera deben comprometerse a llegar con la convicción de fomentar la unidad y digna representación hacia quienes los hayan o no apoyado.

Se debe apostar a un sindicalismo maduro y congruente, alejado de revanchismos o de venganzas, puesto que ahora, como nunca antes, se vive en ese gremio la libre expresión e incluso exposición pública sobre a quién se apoya. Simpatizantes de ambas planillas ejercen hoy un abierto proselitismo, lo cual es su total derecho, igual como es el derecho de otros a permanecer reservados sobre su decisión final.

Respecto a quienes integran las planillas, sus filias, fobias, diferencias de grupo, parentescos y las presuntas motivaciones que a cada uno los han llevado a aceptar el reto, habrá tiempo de valorar su desempeño y de demandarles el cumplimiento de sus compromisos. Ninguno la tiene fácil.

La planilla de Hernández Viera lucha con el lastre heredado por el seccional que encabeza Heriberto Valladares, un paquete muy pesado y deshonroso por el papelote hecho durante una prolongada dirigencia que, en los tiempos propicios para sacar la casta, se sentó.

El reto de la planilla de Vega Cruz será cumplir las altas expectativas creadas precisamente en torno a lo que dejó de hacerse. Capitalizar las debilidades del adversario es válido en toda contienda, ser prudentes en no prometer lo que no sería factible, también.

La clave está en el propio gremio, en ser vigilantes y copartícipes del rumbo del seccional. No tolerancia a la mediocridad, no tolerancia a una dirigencia omisa, a la simulación, no tolerancia a la escasa y mala comunicación. Si el gremio está dispuesto a “politizarse” y a ser críticos hasta el día de la elección en que se deposite el voto en la urna para luego despreocuparse, entonces vale lo mismo votar por una u otra planilla.