Desesperación y desesperanza

RUTH HOLTZ*
Sábado 13 de Agosto de 2022 8:37 am
EN tiempos de crisis, de duelo, de pérdidas significativas, de
rupturas, de enfermedades y de problemas económicos, pueden darse sentimientos
de desesperación y desesperanza. Para salir de ellos debemos cuanto antes poder
darle sentido y razón de ser a cada situación. Cuando entra el desorden
en nuestra vida, algo se descompone, algo falta o se rompe; la desesperación
puede ser esa ansia de arreglar todo rápido, en ese instante, apresurando todo
de manera intolerante y arrebatada, lo cual puede llegar hasta a atropellar o
agredir a otros que se interpongan en dar solución a las cosas como queremos. Es como pretender que
mientras más pronto se resuelva, más pronto va a parar la ansiedad, el dolor y
el desamparo. Pero quizá así podemos crear más problemas o toparnos con pared
con aquellas circunstancias que no tienen arreglo o que requieren mucho tiempo
para reestructurarse. Es importante que mejor nos detengamos, aceptemos nuestro
dolor, nuestra impotencia y nos “desahoguemos”. No siempre esto es
posible en el seno de una familia o de una relación. La psicoterapia es ese
espacio vital donde podemos “desahogarnos”, sin que lo que expresemos sea usado
en nuestra contra, produzca más problemas o dolor o lleve a reacciones
inesperadas más perjudiciales que el problema mismo. Cuando no nos atendemos,
cuando permitimos que los eventos dolorosos nos pasen encima sin hacer nada,
sin “desahogarnos”, sin algún arreglo, entonces puede surgir la desesperanza.
Quizá llevemos más lejos las cosas y ya no queramos nada. Dejamos de creer en
que todo ocurre por algo, no le vemos sentido ni razón de ser. Perdemos nuestra
brújula, ya nada nos orienta, ya no podemos ni queremos ver la luz al final del
túnel, sino que nos hundimos en el sin-sentido, en la falta de motivos para
hacer las cosas. Cuando ya no podemos ver una razón para luchar, una ilusión
para realizarnos, la esperanza muere. Las personas pueden llegar a la
depresión, el abandono total de sus ganas de vivir. No debemos abandonarnos
a la desesperanza, es preciso que enfoquemos motivos más altos, razones
trascendentes que nos permitan mirar las situaciones negativas no como
tragedias, sino como oportunidades para valorar la vida, abrirnos a aprender
nuevas formas de ser y de pensar. Aferrarnos a una manera puede hacernos rígidos,
debemos ser flexibles y acomodarnos a las nuevas circunstancias para
sobrevivir. Eso es recobrar la esperanza, para que todo lo vivido valga la
pena. Acude a psicoterapia y deja la desesperación y la desesperanza. *Psicoterapeuta 312 330 72 54 / 312 154 19 40
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