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Razones



JORGE FERNÁNDEZ MENÉNDEZ

Seguridad, educación: el declive


Martes 16 de Agosto de 2022 7:29 am


EL declive de una administración se pone de manifiesto de muchas formas, pero dos de ellas suelen ser evidentes: la negación de la realidad y el círculo cada vez más estrecho de los círculos internos de poder en torno al propio mandatario, cerrando la interlocución sólo a quienes se considera leales, aunque esa lealtad se base en la incompetencia. 

Es inconcebible que luego de una semana de extrema violencia y sin proporcionar una versión seria y verosímil de lo sucedido en Guanajuato, Jalisco, Ciudad Juárez, Tijuana, Tecate y Michoacán, las autoridades salgan con que todo lo que vimos con incendios, muertes, bloqueos y ataques a la población civil, fue un montaje.

Es inverosímil hablar de montajes o conspiraciones opositoras cuando lo que evidentemente tenemos es un ataque concertado de grupos criminales con acciones que la prensa internacional ha calificado, incluso, como terroristas. Pero más grave aún, después de 5 días de ataques continuos y concatenados a varias ciudades del país, que no hemos visto una respuesta de las autoridades que sea proporcional al nivel de la provocación. 

No hay operativos especiales, ni jefes de plaza detenidos, ni operaciones que vayan más allá de preservar el orden después de la violencia sufrida. Todo ha quedado en la impunidad, y el Gobierno Federal argumenta supuestas conspiraciones conservadoras. Lo que sucede es que se confía más en las supuestas lealtades (que en política, cuando son perrunas, se convierten rápidamente en traiciones) de ciertos colaboradores que en los juicios críticos. 

La designación de Leticia Ramírez como secretaria de Educación Pública entra en esa lógica. La nueva titular es una mujer de todas las confianzas del Presidente, está con él desde el año 2000, recibiendo las quejas ciudadanas que le llegaban primero al Jefe de gobierno capitalino, y ahora al Presidente de la República. Fue maestra y hace 12 años dirigente de la Sección 9 del sindicato que controlaba entonces la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación. Una mujer respetable, pero hasta allí llegan sus atributos para ser secretaria de Educación Pública, uno de los sectores más castigados del país, sobre todo luego de 2 años de pandemia durante los cuales el deterioro de la educación, desde la infraestructura hasta la calidad, ha sido más que notoria. 

La educación seguirá en las manos de los personajes que se han apropiado de ella sin generar ni siquiera algunos contenidos serios, los que han hablado de una reforma que ni ellos mismos comprenden. 

El modelo educativo actual garantiza extensión pero no profundidad ni calidad, y sobre todo, ha dejado de ser un factor de movilidad social. El Estado ha dejado de lado su responsabilidad de consolidar cada día la escuela pública y la educación se vuelve así en un factor más que fomenta la pobreza y la desigualdad. 

Eso es lo que más ha estancado la movilidad social en México. El que nace pobre y con pocas oportunidades, no puede más que seguir estando pobre y sin oportunidades. La única opción para romper ese esquema es una educación pública con calidad, y esa opción es la que se está perdiendo e impide que crucemos la calle de la desigualdad.