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ALEJANDRO BERNAL ASTORGA

Economía plateada


Sábado 10 de Septiembre de 2022 9:12 am


TE das cuenta que empiezas a envejecer cuando en las competencias te inclinas por el veterano que da su mejor esfuerzo; si una desvelada cobra efectos al día siguiente, si en las reuniones de amigos las dolencias y los medicamentos son temas de conversación, si tus hijos te auxilian en temas tecnológicos o si tu edad complica la obtención de empleo.

Envejecer con dignidad debería ser parte de la vida, y el INEGI señala que de 1990 a 2020 la población de 60 años y más pasó de 5 a 15.1 millones, y que para 2030 los adultos mayores serán más de 20 millones, casi el 15 por ciento de la población.

Si buscamos razones, el incremento en la esperanza de vida de la población en México es una de las principales, y si bien en 2019 alcanzó los 75 años, la pandemia la redujo a 71 en 2021; además, a pesar de que este segmento enfrenta enfermedades crónico-degenerativas, casi 3 millones de adultos mayores no cuentan con servicios de salud.

Capitalizar la experiencia permite generar valor, sin embargo, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo arrojó que en 2021 solo el 29 por ciento de los adultos mayores realizaba una actividad económica, por lo que el resto no cuenta con ingresos que les den autonomía; de hecho, la actividad más frecuente de los adultos mayores es el trabajo no remunerado.

No podemos tratar como iguales a los desiguales, ya que el 16 por ciento de la población de este grupo de edad (2.4 millones) no saben leer ni escribir, de ahí que sus oportunidades laborales están en la economía informal y no cuenten con las prestaciones de ley.

En México, el campo está envejeciendo, ya que cuatro de cada 10 productores tienen más de 60 años, debido a la migración de los jóvenes y la búsqueda de mejores oportunidades; esto es significativo ya que, sin productores, no tendremos alimentos, ni la industria insumos para su transformación.

Habría que considerar, además, a los que poco tienen o se encuentran en situación de abandono; a los adultos mayores atendidos en asilos cuyo presupuesto suele ser insuficiente al depender de las asignaciones de recursos públicos y de las donaciones voluntarias.

Este segmento de la población debe ser tomado en cuenta en la generación de políticas públicas y privadas, en la asignación presupuestal (además del otorgamiento de pensiones), en temas de seguridad social, así como en la generación de oportunidades laborales.

Sin duda con su voto o preferencia de compra, hoy los adultos mayores pueden decidir elecciones o el futuro de una empresa.