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De ayer y de ahora



ROGELIO PORTILLO CEBALLOS

El papel social, de salud y educativo del deporte


Domingo 11 de Septiembre de 2022 8:29 am


I/II


MI padre, Miguel Ángel Portillo del Toro (1922-2008), fue una persona deportista y también promotor del deporte. Desde mi infancia lo vi jugar y dirigir un equipo de béisbol (Los Huracanes); también practicó el frontenis y la natación. Por muchos años tuvo la tienda de artículos deportivos MAP Deportes en el Portal Ceballos de esta ciudad de Colima, además de promocionar equipos y deportistas, y de escribir sobre el deporte en la prensa local bajo el seudónimo de Strike.

Menciono a mi papá desde el inicio de este escrito para reconocerle su influencia y herencia que sobre el deporte me legó. Además de esto, quiero reflexionar sobre la importancia del deporte en la vida social, en la salud y en la educación de las personas. Quiero empezar diciendo las características más importantes del deporte como importante actividad humana: Primero, el deporte se asocia con el cuerpo humano en movimiento, con ejercitarnos en armonía con nuestra mente. En segundo lugar, el deporte se concibe como una actividad lúdica; como actividad física ejercida como juego o competencia, y cuya práctica supone entrenamiento. En tercer lugar, las participaciones deportivas están sujetas a ciertas reglas. El propósito intrínseco de la actividad deportiva no debe ser logrado por todos los medios, sino cumpliendo las reglas del juego. Un deporte sin reglas es difícil de concebir. Un cuarto aspecto es su carácter competitivo, que nos puede llevar a decir que la competitividad es una característica indispensable del deporte. Como quinto elemento ligado a los anteriores esta la igualdad de oportunidades en la competencia deportiva. No tendría sentido tener dos o más competidores, ya sean individuales o colectivos, cuyo punto de partida fuese desigual. Esta es la razón por la que en las competencias deportivas se hace habitualmente una distinción por sexos, niveles, edad, peso, grados de discapacidad y demás.

Yo jugué y practiqué el basquetbol desde mi secundaria. Estudié con los salesianos del Instituto Fray Pedro de Gante aquí en Colima, y lo menciono porque la política educativa de esa escuela proporcionaba mucho énfasis a las actividades deportivas, al fútbol y al básquet predominantemente. Construyeron y promovieron las instalaciones deportivas del Dosa (en honor a Domingo Savio) al sur de la ciudad de Colima. Siempre estuvo el deporte ligado a destacar las ricas posibilidades físicas de los jóvenes, además de cultivar los valores y virtudes como el respeto, la amistad, solidaridad, lealtad, buen comportamiento, la justicia, etcétera.

El deporte destaca varios valores. Uno que ha aumentado en la conciencia de todos es el de “Juego Limpio”. Los atletas honran el juego limpio cuando no solo obedecen las reglas formales, sino también observan la justicia con sus oponentes para que todos los competidores puedan participar libremente en el juego. Una cosa es cumplir las reglas del juego para evitar ser reprendido por un árbitro o descalificado, y otra ser respetuoso y considerado con el oponente. Esta forma de actuar incluye evitar el uso de estrategias para tener una ventaja ilícita sobre el competidor.

Otro gran valor que tiene el deporte es el trabajo colaborativo de equipo. Los jugadores se tienen que poner de acuerdo, entrenar, ser leales entre sí, cumplir su función dentro del terreno de juego, proceder con estrategia, con solidaridad, con compañerismo. Un problema que puede presentarse es el individualismo. Aquí los objetivos individuales de un atleta parecen prevalecer sobre los del bien común del equipo. Recordemos que un gran equipo está siempre hecho de grandes individuos que no juegan solos, sino juntos. En los deportes, los dones y talentos de cada persona en particular se ponen al servicio del equipo.