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Razones



JORGE FERNÁNDEZ MENÉNDEZ

Alianza: no con estas dirigencias


Lunes 12 de Septiembre de 2022 7:37 am


LA semana pasada fue una de las más exitosas para la administración de López Obrador. Aunque existen conflictos constitucionales por resolver y que en el mediano o largo plazo pueden ponerse en su contra, lo cierto es que logró que se mantenga la prisión preventiva oficiosa, colocar a la Guardia Nacional en la órbita de la Defensa Nacional, y que, además, en ese debate, se haya roto, por lo menos en su forma actual, la alianza opositora PAN, PRI, PRD.

En 2018, la alianza entre el PAN, Movimiento Ciudadano y el PRD fue un fracaso por varias razones. La principal es que fuera de ella no sólo quedó el PRI, sino que además, la confrontación entre el candidato de la alianza, Ricardo Anaya, y José Antonio Meade, que era el aspirante priista, fue durísima, incluyendo demandas penales contra Anaya, que le dejaron el camino abierto a López Obrador. No sólo eso, el entonces candidato de Morena obtuvo 10 por ciento más de votos que sus legisladores, e incluso así, se quedó con una amplísima mayoría legislativa.

Pero la alianza no fracasó sólo por el enfrentamiento con Anaya, fracasó porque fue un acuerdo de cúpulas partidarias que en buena medida no tenían una verdadera representatividad de sus partidos. Los cargos se distribuyeron de acuerdo al peso de cada uno, y entre sus propios entornos, no a liderazgos locales naturales. 

De la misma forma que muchos panistas no votarán jamás por un candidato priista, y viceversa, tampoco lo harán por un perredista. Quizás ahora, ante un adversario externo tan poderoso como López Obrador, sí se pueda matizar esa afirmación, pero no demasiado, y cuando vamos a los estados y municipios, aún menos. 

Eso no se ve para 2023, ni tampoco para 2024, sin modificaciones profundas en las dirigencias que, de inicio, implique una real representatividad de las mismas respecto a sus verdaderas fuentes de poder, que son los estados y municipios.

El viernes el gobernador saliente del PAN en Durango, José Rosas Aispuru, durante una visita presidencial, declaró que él estuvo a favor de la participación militar en la seguridad y de la incorporación de la GN a la Sedena por la sencilla razón que sin ella se derrumba lo que queda del sistema de seguridad pública. 

Mauricio Kuri, un gobernador con cada vez más fuerza en el panismo, hizo una durísima declaración, acusando de traidor a Alejandro Moreno, pero nunca habló de la seguridad ni de la Guardia Nacional. Lo que de alguna manera refrendó Kuri, que ganó en Querétaro sin alianza, fue que ésta no era necesaria. Vayamos descartando las alianzas opositoras para 2023. No veo que, en el estado de México, vayan los priistas a tener un candidato que no sea suyo y decidido por Alfredo del Mazo, tampoco en Coahuila con Miguel Riquelme. Tampoco veo en el PAN a Enrique Vargas bajándose de la contienda. Paradójicamente pudiera ser viable, en este contexto, una alianza del PAN, el PRD y un sector del PRI, enfrentado con Alito, con MC, para 2023 o 2024, sobre todo si el PRI no conserva Coahuila y el Estado de México el año próximo.

El golpe que recibió la alianza la semana pasada será de difícil recuperación. Y en buena medida es verdad que Alito les cambió la jugada y los acuerdos, pero también que Marko Cortés y Jesús Zambrano cayeron en la trampa de ir por la oposición frontal al tema de seguridad cuando ni sus gobernadores ni las encuestas los respaldaban.