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Razones



JORGE FERNÁNDEZ MENÉNDEZ

Ahora resulta que es inocente


Jueves 15 de Septiembre de 2022 7:30 am


EL exalcalde de Iguala, José Luis Abarca, sorpresivamente fue declarado inocente de la desaparición de los jóvenes de Ayotzinapa, aunque permanecerá en la cárcel porque tiene otros tres procesos en su contra por delincuencia organizada, por su relación con el cártel de Guerreros Unidos.

Es una decisión judicial incomprensible. Existen todo tipo de testimonios de la relación de Abarca y su esposa, María de los Ángeles Pineda, con Guerreros Unidos y de la participación de ambos en el secuestro y desaparición de los jóvenes. Pero pareciera que estamos ante una ola que se olvida de los verdaderos responsables, la mayoría de los sicarios ya están en libertad, para buscar culpables en la política.

Hace 30 años, José Luis Abarca recorría el país vendiendo aretes, collares y pulseritas de oro y plata. También vendía sombreros que traía con su abuelo Isidoro. Repentinamente, Abarca y su familia se hicieron millonarios. En 2008 tenía seis locales comerciales y en 2015 se habían transformado en 19.

Conoció a la que sería su esposa, María de los Ángeles Pineda, en la tienda que tenía su abuelo, donde también vendía vestidos de novia. Ella y su madre, Leonor, llegaban a la tienda a vender vestidos que ellas mismas hacían. Pero en unos pocos años, también María de los Ángeles se hizo una mujer poderosa y rica. 

Ambos coquetearon en alguna época con el PRI pero encontraron cobijo en el PRD. Abarca se hizo candidato del PRD cuando aún no era militante de ese partido y fue impuesto a otros grupos por un acuerdo en el que participaron el entonces secretario de Salud, Ángel Aguirre, el exsenador Lázaro Mazón, quien se convirtió en el principal operador de Andrés Manuel López Obrador en Guerrero, y la dirigencia del partido que entonces encabezaba Jesús Zambrano.

En 2011, María de los Ángeles ya era uno de los principales líderes de la organización criminal Guerreros Unidos en Iguala, y durante los siguientes años se convirtió en la verdadera jefa del cártel en la región. Le decían  la guerrera... por su dureza con los empleados y por su relación con el cártel que encabezaron sus hermanos.

Al mismo tiempo que los Abarca y los Pineda avanzaban en su carrera política y se integraban a las altas esferas de la política guerrerense, el grupo criminal de los Guerreros Unidos, se hizo dueño de Iguala, y desde ahí terminaron controlando 14 municipios. Pero todo eso era parte de una larga historia familiar, cuando María de los Ángeles, sus hermanos y sus padres eran parte del cártel de los Beltrán Leyva. Mañana se la contaremos.