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Razones



JORGE FERNÁNDEZ MENÉNDEZ

Una historia de hipocresías


Lunes 19 de Septiembre de 2022 7:41 am


VIVIMOS tiempos de demasiada hipocresía política. Se puede entender y se agradece que existan distintas posiciones, que se confronten y debatan, que se luche encarnizadamente por ellas, pero lo que resulta cada día más ridículo es el cambio de posiciones políticas y hasta ideológicas, de actores que dan giros de 180 grados simplemente de acuerdo a su equidistancia del poder.

Siempre he defendido, en nuestra realidad, la participación militar en temas de seguridad pública como un factor imprescindible ante la debilidad de las instituciones policiales, pero cuando en el debate en la Cámara de Diputados, por ejemplo, escuchaba a Gerardo Fernández Noroña apoyando la presencia militar en la seguridad pública hasta 2028, y deshaciéndose en halagos para las Fuerzas Armadas, no pude más que recordar que quizás ningún otro legislador hasta el sexenio pasado, las insultó tanto, las agravió, las acusó de asesinos, como él. Cuando en el gobierno de Peña Nieto fue designado presidente de la Comisión de Defensa, ningún mando militar se quiso reunir con él. Lo consideraban lisa y llanamente inaceptable, como aquellos carteles que él mismo colgaba en las puertas del Campo Militar No. 1 proponiendo su venta. 

Pero mientras se habla de militarización, mientras se le dan cada vez más responsabilidades a las Fuerzas Armadas, desde el propio gobierno también se las agrede. La detención un día antes del desfile de la independencia del general Rodríguez Pérez por el caso Ayotzinapa, que fue de la mano con las agresiones a los cuarteles de Iguala y Chilpancingo por supuestos estudiantes de esa Normal, ataques que se realizaron con absoluta impunidad, son una demostración de que en el ADN más profundo de la 4T el sentimiento antimilitar sigue tan presente como siempre. 

Si la elección del candidato o candidata de Morena para 2024 se realizará con encuestas internas podemos estar seguros de que Claudia Sheinbaum ganó en este fin de semana buena parte de esa postulación. En los hechos se quedó con el control del consejo político del partido, colocó como presidente del mismo al gobernador Alfonso Durazo, y fue evidente que la gran mayoría de los gobernadores son partidarios suyos. Adán Augusto López se quedó también con una porción del pastel, pero mucho menor que la de Claudia. Marcelo Ebrard se quedó con sólo el 13 por ciento de los consejeros.

Murió la semana pasada uno de los mejores escritores españoles de su generación, Javier Marías, a los 70 años de edad. Hace un año, en un fantástico texto publicado en El País, Javier Marías escribía sobre la incapacidad que están teniendo nuestras sociedades para detectar el peligro. A los hombres y mujeres, decía Marías, siempre les ha costado mucho reconocer a quienes entrañan enorme peligro. “Lo que es nuevo de nuestra sociedad, sin embargo, es la exagerada torpeza para advertir otros peligros”. Quizás, agregaba, “porque hemos empalmado bastantes generaciones afortunadas, o aun mimadas, si las comparamos con las del pasado, en Occidente. No hemos sufrido guerras, tremendas hambrunas o frecuentes plagas; tampoco a dictadores malsanos, ni por tanto persecuciones implacables. Así que grandes porciones de nuestras poblaciones se han desacostumbrado al peligro de tal forma que ni siquiera lo creen posible. Son incrédulos, se lo toman a broma, piensan que eso es para las películas y que se trata de exageraciones”. Algo así está sucediendo hoy.