Cargando



Indicador político



CARLOS RAMÍREZ

un mensaje contra el Ejército


Martes 20 de Septiembre de 2022 7:33 am


COMO ocurrió en muchas sucesiones presidenciales anteriores, las funciones estratégicas de alguno de los precandidatos presidenciales generan mensajes e interpretaciones que tienen que ver con el rumbo de los asuntos públicos. La autonominación del senador Ricardo Monreal Ávila como precandidato presidencial al margen de las reglas del sistema político, está dañando la función de las Fuerzas Armadas.

La votación en el Senado el miércoles para aprobar o rechazar el dictamen para extender por 5 años más la participación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública, parece estar dependiendo más de la voluntad del autoprecandidato presidencial que del presidente de la Junta de Coordinación Política en nombre de Morena.

El senador Monreal ya había enviado un mensaje que ha tenido lecturas diferentes: su abstención en la votación del pleno sobre la iniciativa presidencial para adscribir la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional habría adelantado indicios de autonomía en su papel de responsable de la bancada de Morena y dejado varios datos de una ruptura interna en el bloque dominante de la mayoría lopezobradorista.

El problema radica en el trasfondo de la toma de decisiones políticas que tienen que ver con la candidatura presidencial de Morena o que buscarían enviar recados a la oposición desarticulada que anda en busca de una candidatura unitaria.

Además del golpe político a la estrategia del presidente López Obrador de dar 5 años más de ventaja a la Guardia Nacional para terminar de construirse como cuerpo de seguridad pública, la no aprobación del dictamen estaría convirtiendo el tema militar en una bandera política que a nadie conviene y que estaría involucrando a las Fuerzas Armadas en jaloneos políticos de los que se ha desentendido.

Monreal fue producto de un acuerdo político del presidente López Obrador en 2018, cuando la opción presidencial por la Jefatura de Gobierno de Ciudad de México fue Claudia Sheinbaum y no el zacatecano, aunque con la opción de apoyarlo para el Senado como parte del bloque político presidencial y la coordinación de la Cámara alta.

Lo malo de este juego de poder es que está afectando una de las decisiones fundamentales de las Fuerzas Armadas, y mandará un mensaje negativo de sus lealtades, negociando el fortalecimiento del sector militar por una ambición personal en modo de resentimiento hacia el presidente López Obrador por haberlo desdeñado como corcholata.

Política para dummies: La política es el juego perverso del poder.