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Malas compañías



MARIO ALBERTO SOLÍS ESPINOSA

La naturaleza y las omisiones  


Miércoles 21 de Septiembre de 2022 7:55 am


EL sismo de 7.7 grados ocurrido este lunes, uno de los más violentos de este siglo para el estado de Colima, trae nuevamente escenas de tragedia, dolor y temor ante el impredecible poder de la naturaleza y sus consecuencias en la frágil condición humana. 

Los expertos son contundentes, los temblores no se pueden predecir, quizá sí pronosticar con base en complejos modelos estadísticos e históricos, pero ante la imposibilidad de tener certeza, lo idóneo que es se tomen múltiples medidas para evitar lo más posible el impacto de estos fenómenos. 

Seguramente en los próximos días se conocerán los saldos de este sismo que por lo pronto provocó dos lamentables pérdidas humanas, ambas en Manzanillo, y en condiciones que tendrán que investigarse, pues no se descarta que se deban a omisiones y actos de corrupción. 

También se conocerá el  alcance de la destrucción generada por el movimiento telúrico una vez que comience el registro de edificios y viviendas que sufrieron daños, un trabajo necesario y que debe hacerse de manera responsable para determinar las acciones de rehabilitación posteriores. 

Eso es lo inmediato y urgente, pero también será necesario un trabajo de revisión a la actuación de las autoridades en materia de obras públicas y protección civil que supervisaron y dieron permisos para la operación de inmuebles, pues son muchos los edificios públicos de dimensiones mayores que registran daños. 

Lo mismo sucede con establecimientos privados de diversos municipios como plazas comerciales, gimnasios y estructuras de dimensiones considerables que tienen algún grado de afectación, lo que las hace riesgosas para su operación de manera inmediata.     

Tendrá que revisarse, porque es necesario en el marco de la emergencia, la actuación de funcionarios públicos que otorgaron permisos, verificaron edificios e incluso permitieron la operación de los mismos, aun cuando se detectaron irregularidades. 

Hay dos personas que perdieron la vida por esas omisiones, entonces parte del trabajo impostergable es determinar los grados de responsabilidad y proceder contra esas autoridades, para evitar que este tipo de lamentables situaciones se registren en el futuro. 

La impresión general es que las mayores afectaciones se encuentran en el sector público, lo que podría ser sintomático de la laxitud al momento de aprobar la normatividad en materia de otorgamiento de contratos, construcción y empleo de materiales de obra. 

La reconstrucción, la atención a los damnificados y el apoyo a los afectados debe ser una prioridad, sin embargo también es necesario que exista una evaluación de las causas del evidente mal estado de la infraestructura pública, pues ese deterioro es consecuencia de la acción humana más que de la naturaleza. 

Es deseable que durante las próximas semanas y meses las autoridades gubernamentales muestren capacidad y entereza en esta coyuntura histórica; son muchos los retos que deben atenderse y la sociedad espera que haya respuestas prontas y eficientes.   

 

BREVE HISTORIA PARA CAMILA El azar y la fortuna permitieron que la princesa y yo enfrentáramos juntos el sismo del lunes. Me resulta increíble que minutos antes, al recogerla de la escuela, comentáramos que en su vida nunca había sentido un temblor fuerte. Ya lo hizo y fue complicado, se asustó bastante y yo tuve que calmarla, al tiempo que evitaba que el Tiberius escapara, en pleno evento, tras de otro can, sin mostrar señales de temor, quién fuera él.