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Apuntes



MARIO CÁRDENAS DELGADO (ACPE)

Mentirosos crónicos


Viernes 23 de Septiembre de 2022 7:40 am


LA generalidad de los diccionarios define al mentiroso como aquél que miente o tiene tendencia a mentir, falta a la verdad o es engañoso; algunos de sus sinónimos son, entre otros, embustero, falaz, falsario y hablador. Cierto es que en algún momento de nuestra vida hemos dicho algunas mentirillas, como también que existen embusteros tan empedernidos que creen sus propias patrañas; algunos de los peores son los que, pese a sus promesas, mienten y traicionan a sus semejantes para ganar y conservar popularidad y para aprovecharse políticamente de ellos, como ya sabe quién.

En la política, la administración pública, la iniciativa privada, la familia y en todos los campos de la actividad humana, hay muchos individuos que sin rubor alguno sueltan promesas falaces, sabiendo que jamás podrán cumplirlas, no obstante lo cual hay ingenuos que las creen, las defienden y hasta se indignan y cuelgan adjetivos ofensivos y calumnias contra quienes las cuestionan y hacen ver su falsedad, como ocurre en el presente. Ojalá no pase esto a los damnificados por los sismos y los fenómenos meteorológicos, a quienes el gobierno de la 4T ha prometido ayuda.

Para documentar el tema, reproduzco un fragmento del trabajo que con el título de La gente fabula, que escribió el académico norteamericano Benedict Carey (www.clarin.com/diario/2003/04/06/).

“Los estafadores tienen que mentir, así van por la vida. Médicos de la Universidad de Yale sostienen que algunos mentirosos crónicos son personas capaces y exitosas, no sufren alguna enfermedad mental, como sucede con los mitómanos habituales, simplemente son mentirosos. Algo común a casi todos ellos es que cambian sus historias cuando los descubren (o cuando les conviene). Un psiquiatra dedicado al estudio de los mentirosos patológicos describió que estos tienen dos narrativas en la cabeza: una vida deseada y una real (como ocurre a políticos contemporáneos que mienten y traicionan). 

“Hasta hoy nadie ha encontrado una cura para las mentiras crónicas. Todos, en mayor o menor medida, amortiguamos las verdades dolorosas masajeando el pasado. Todos acarreamos los pequeños engaños de nuestra vida familiar. La mayor violación del mentiroso patológico tal vez sea, simplemente, hacer públicos esos engaños privados”.

¿Con qué clase de mentirosos tiene usted que lidiar desde en la mañana? Seguro no lo pensó mucho.


apuntesmario@hotmail.com