El miedo a la incertidumbre
RUTH HOLTZ*
Sábado 24 de Septiembre de 2022 9:18 am
LA vida está plagada de situaciones que no podemos controlar ni
predecir su forma de desenvolverse, y eso nos da miedo. Solemos actuar por
costumbre, previendo y automatizando muchas de nuestras reacciones. Somos seres
de hábitos para facilitar y simplificar nuestra vida. Solemos preferir lo que
nos es familiar, lo que no nos sorprende, sobre todo si puede traer dolor,
destrucción u otras consecuencias que modifiquen nuestros planes, cambien el
rumbo de nuestras vidas o incluso atenten contra nuestra integridad física,
nuestras creencias y previsiones. Es una manera de sentir seguridad en un mundo
impredecible o que no depende de nuestra voluntad. E inclusive, en muchas
ocasiones nuestras decisiones, acciones, palabras y reacciones producen efectos
inesperados, no deseados por nosotros, generando incertidumbre. Los fenómenos naturales,
como los temblores, las inundaciones y otras fuerzas de la naturaleza que
ocurren sorpresivamente, nos hacen reaccionar con miedo y hasta pánico. A pesar
del conocimiento científico, del resguardo de las obras humanas, la naturaleza
impone su fuerza por encima de lo que nosotros podamos controlar. La gente
suele desarrollar estrés postraumático después de vivir eventos catastróficos o
que pudieron llegar a serlo. Otras personas pueden reaccionar exageradamente
ante situaciones parecidas o que les recuerden aquello aterrador que vivieron. Mientras más sana y
estable emocionalmente es una persona, mejor enfrenta lo desconocido. También
es un gran apoyo tener creencias firmes sobre la vida y la muerte que permitan
a la persona tener confianza aún ante lo impredecible o “estar listas para
morir”. Así las cosas inciertas de la vida nos ponen a prueba con respecto a
estos asuntos, y pueden ayudarnos a evaluar nuestras quejas y valorar lo que
tenemos una vez superado el mal momento. Quienes se estacionan en padecimientos
de ataques de pánico o estrés postraumático pueden requerir psicoterapia o
incluso el uso de psicofármacos hasta volver a recobrar la estabilidad y la
seguridad. Es normal tener miedo,
es anormal acogerlo con uno más allá de lo sucedido. Esto significa que nuestra
vida tiene otras fisuras que no hemos reparado de la forma en la que hemos
aprendido a manejar nuestras emociones y a tramitar hasta digerir las vivencias
dolorosas que tuvo nuestra historia. La psicoterapia nos ayuda a este proceso.
Todos finalmente tenemos que aceptar la incertidumbre y renunciar al control.
Abrazar lo que venga con fe de que saldremos bien librados. * Psicoterapeuta. 312 330 72 54 / 312 154 19 40
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