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ALEJANDRO BERNAL ASTORGA
Terremotos y economía
Sábado 24 de Septiembre de 2022 9:23 am
LOS desastres naturales ponen a prueba la capacidad de
prevención y resiliencia de los tres niveles de gobierno, de la iniciativa
privada y de la sociedad civil. Si bien los terremotos
no son previsibles, las acciones preventivas y de solución a sus efectos sí lo
son, y se deben considerar protocolos, recursos y el personal profesional para
salvar vidas y restablecer la seguridad. En términos económicos
hay tres líneas de acción para acelerar el proceso de recuperación: La primera es atender la
pérdida del patrimonio público y privado: la infraestructura para la prestación
de servicios de salud es prioritaria para la atención de heridos y enfermos;
asimismo la recuperación de los servicios básicos, de transportación,
comunicación y aquellos que aseguren la producción de alimentos. Además, la construcción
o reparación de viviendas y la dotación de enseres básicos es primordial para
restablecer el nivel de vida de la población, especialmente de la que menos
recursos tiene. La segunda línea es el
restablecimiento de la infraestructura productiva y de educación que haya
resultado afectada para que la actividad económica y el empleo no se vean
afectados, además de evitar la pérdida de capital humano, ya mermado a raíz de
la pandemia. La tercera línea tiene
que ver con incentivar la inversión pública y privada en las actividades
económicas estratégicas en el estado, para incrementar la cantidad de empleos
generados, su demanda de bienes y servicios, la reactivación de negocios
periféricos y su contribución fiscal. En este sentido, la
reactivación económica generada por la industria de la construcción será clave
en el estado, al crear un efecto multiplicador mayor al de otras ramas de la
producción. Sin duda estos hechos
bien valen un replanteamiento de la asignación presupuestaria aprobada por el
Congreso del Estado; asimismo, la capacidad de los 10 ayuntamientos y del
Gobierno del Estado para gestionar recursos adicionales ante instancias
federales e incluso internacionales, será puesta a prueba. De ahí la importancia de
la identificación y cuantificación de afectaciones que realice el Consejo de
Evaluación de Daños y la aprobación de Declaratoria de Desastre para todo el
Estado, para que los recursos y el acceso a programas especiales sea oportuno y
suficiente. La cultura de la
prevención salva vidas, por lo que bien vale revisar el programa de supervisión
y mantenimiento a la infraestructura estratégica en el Estado, considerando la
duración proyectada, el uso dado y las externalidades a que ha sido sometida.
Hacer
del dominio público esta información sin duda habla bien de un gobierno y
genera confianza en la población.