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ALEJANDRO BERNAL ASTORGA
¿Producción o importación de alimentos?
Sábado 26 de Noviembre de 2022 9:25 am
SATISFACER la demanda de alimentos que la población requiere es
un tema de seguridad nacional, y para lograrlo los países implementan
diferentes estrategias en función de su visión, recursos y condiciones del
mercado. La autosuficiencia
alimentaria permite satisfacer la demanda de alimentos con recursos propios. No
depender del exterior para lograrlo (especialmente en los granos de
alimentación masiva como maíz, trigo, frijol y arroz), ni verse afectado por la
oferta y la demanda mundial de alimentos, son incentivos para buscarla. Otros países optan por
especializarse en la producción de alimentos en los que son altamente
competitivos por sus ventajas comparativas y competitivas. Producen para
satisfacer la demanda nacional de algunos alimentos y exportan, asumiendo que
la rentabilidad de sus operaciones será mayor al valor de los productos
importados. En ambos casos se
requiere que un país tenga una política alimentaria de largo plazo definida y
efectiva, potencial productivo para optimizar el rendimiento, la calidad y la
rentabilidad de sus cultivos, así como productores suficientes, organizados y
competentes para producir con el mínimo de inversión y el máximo de beneficio. Además, se necesita
tener el estatus sanitario, suficiente superficie cultivable, disponibilidad de
agua, financiamiento, innovación, transferencia de tecnología y acceso
competitivo a insumos como semillas, fertilizantes, pesticidas, diesel,
electricidad, maquinaria y equipo para lograrlo. Para que cualquiera de
las dos propuestas sea sostenible, la producción debe ser factible en términos
comerciales, técnicos, financieros y jurídicos; de manera complementaria, los
incentivos gubernamentales pueden sumarse al esfuerzo de los productores para
desarrollar su potencial o consolidar su liderazgo en el mercado, privilegiando
la transición a modelos de producción sustentables. La autosuficiencia
alimentaria o la especialización productiva no se dan por decreto; los países
consideran sus recursos, contextos y condiciones al optar por una de ellas,
tener un modelo híbrido en el que la producción nacional se complemente con
importaciones o elegir en qué momento transitar de una a otra.
Por
tanto, no se puede generalizar y decir que, en todos los casos, momentos o
circunstancias, una opción sea mejor que la otra. El análisis objetivo, técnico
y argumentado debe imperar en la visión y las decisiones del Estado, de los
empresarios, de las organizaciones de productores y de la sociedad.