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Letras y números



JOSÉ ÁNGEL BRAMBILA LEAL

El tapado


Lunes 16 de Enero de 2023 9:05 am


LA época del tapado estuvo llena de hechos inverosímiles que lograron posicionarlo como un personaje cantinflesco, del que todos podían hacer chunga, pero al que todos aspiraban a protagonizar, porque el concepto cambiaba drásticamente en el momento en que el dedo presidencial lo señalaba como el favorito para sucederlo, por lo que las actitudes de cuantos a él se acercaban cambiaban a tal grado que incluso podían llegar al servilismo.

Para ilustrar este comentario, basta recordar el año de 1987, cuando el PRI anunció los nombres de Carlos Salinas, Alfredo del Mazo, Manuel Bartlett, Ramón Aguirre, Miguel González Avelar y Sergio García Ramírez, de donde saldría el candidato oficial, aunque el clamor general era que la decisión estaba pactada a favor de Carlos Salinas desde el inicio del sexenio de Miguel de la Madrid, lo que motivó la salida de Cuauhtémoc Cárdenas y la creación de la Corriente Democrática, dando inicio al desmoronamiento del PRI y a la alternancia que hoy estamos viviendo.

El tapadismo es un jueguito que sólo se le permite al partido que esté gobernando, ya que es el Presidente de la República el único que tiene el poder omnipotente para decidir “¡por sus pistolas!”, el cómo, cuándo y quién será el candidato de su partido, sin que alguno de los aspirantes se atreva a retarlo.

El presidente Andrés Manuel dice que ahora todo es distinto y que los aspirantes tendrán que rascarse con sus propias uñas, pero eso es imposible cuando se tiene tanto poder como el que tiene el Presidente en turno, quien parece apapachar sin pudor alguno a Claudia Sheinbaum, al mismo tiempo que brinda un apoyo casi igual a Adán Augusto, y en menor escala a Marcelo Ebrard, pero ignorando completamente a Ricardo Monreal.

Sin embargo, este es el año más complicado para el Presidente y será en este periodo cuando los enanos querrán tener su circo aparte, dependiendo de los resultados electorales de Coahuila y, sobre todo, del Estado de México. Si los resultados en el Estado de México fuesen favorables para el partido del Presidente, veremos a un mandatario dueño de las riendas de la sucesión, porque la percepción generalizada será que, si fueron capaces de vencer el último bastión priista, el triunfo de 2024 lo tienen en la bolsa.

Si el Estado de México lo gana la alianza, muchos saltarán del barco morenista, entendiendo que la ola que arrasó México en 2018 es irrepetible. Así como las ratas abandonan un barco que naufraga en alta mar, de igual manera muchos políticos se quieren subir a un barco que navegará en alta mar los siguientes 6 años. ¡Así sea!

¿Gusta opinar? Lo espero en Las Mentadas. 


jbrambilaleal@yahoo.com.mx