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Los impuestos y los ricos en México



VIDAL LLERENAS


Sábado 28 de Enero de 2023 9:56 am


OXFAM, el conglomerado de organizaciones en favor de la igualdad social, publica su informe para México con el nombre ¿Quién paga la cuenta? Los mitos detrás de las grandes fortunas en méxico. El objetivo, loable, de Oxfam, es provocar una discusión en torno a la necesidad de mejorar la fiscalidad en los países en desarrollo. Ya se ha generado polémica.

Se dice que lo importante es generar riqueza, no disminuir la desigualdad, cuando ambas cosas son fundamentales.

Quienes están en contra de incrementar los impuestos en México siempre eluden explicar el hecho de porque el país recauda menos, en relación al PIB, con respecto a otras economías, apenas 17.8 por ciento del producto para los impuestos, cuando el promedio OCDE es 35 por ciento. Oxfam centra su análisis para México en los súper millonarios y en las grandes empresas. Señala que los contribuyentes con ingresos superiores a 500 mdp al año apenas si representaron el 0.03 por ciento de la recaudación total, mientras que por cada 100 pesos que se generaron entre 2019 y 2021, 21 de ellos lo capturaron el 1 por ciento más rico.

Oxfam propone un impuesto federal a la riqueza que podría tasar con 2 por ciento a las personas con activos mayores a 20 mdp, y de 3 por ciento a las de más de 100 mdp, con un potencial recaudatorio de 270 mmdp. Pienso que se pueden también explorar otras alternativas para gravar a ese sector, como incluir el cálculo de todos sus ingresos a la hora de contabilizar la renta, incrementar las tasas marginales del ISR, reducir la posibilidad de deducciones a cierto nivel de ingreso, y gravar sucesiones.

Ahora, me parece que el verdadero potencial recaudatorio se encuentra en un impuesto que ya existe y que se cobra muy poco, el predial. Se requiere trabajar en un nuevo diseño para que los tres niveles de gobierno participen en el registro y cobro de la propiedad, actividad cada vez más sencilla de realizar gracias a la tecnología, para que el país pueda obtener por ese medio un punto porcentual adicional del PIB de recaudación. Eso, además de volver a gravar la posesión del auto, también con un esquema progresivo.

El documento de Oxfam muestra con claridad la evolución de los impuestos en México. En el periodo 2007-2020 la recaudación tributaria se incrementó de 12 puntos del PIB a 17.8, por nuevos impuestos, topes a deducciones y mejor fiscalización. Eso significa que en tres sexenios vamos a lograr un incremento de seis puntos. Debido a un incremento del costo de las pensiones, al pago de intereses y a la necesidad de mayor inversión y servicios públicos, la nueva administración va a requerir mantener este ritmo y, por lo menos, buscar otros dos puntos de ingreso adicional.

Los tributos al consumo, como el IVA y los impuestos especiales, son los que más han aportado a la recaudación adicional, alrededor de 2.15 por ciento del PIB en 13 años.

Es posible que se puedan obtener más recursos por esa vía gracias a la tecnología y a la disminución del uso del efectivo que pueden ayudar a su mejor fiscalización, pero incrementar sus tasas, o eliminar la deducibilidad de alimentos y bebidas en el caso del IVA, tendría efectos regresivos importantes y aportaría poco a la hacienda pública.

En España, por ejemplo, se estableció un impuesto a sectores con ganancias extraordinarias en la coyuntura actual, como las financieras, por el incremento de las tasas, o las de energía, por el incremento de los precios de los hidrocarburos.