Apuntes
MARIO CÁRDENAS DELGADO (ACPE)
Estado podrido
Viernes 26 de Mayo de 2023 8:01 am
Vamos a obradorizar el Poder Judicial, diputado morenista, Manuel Alejandro Robles Gómez EN su monólogo mañanero de ayer, Andrés Manuel López Obrador espetó que: “el Poder Judicial está podrido, echado a perder” y “al servicio de la oligarquía”, iracundo y obnubilado por algunas decisiones que los magistrados y jueces han tomado en contra de sus designios y decretazos, como si éstos fueran la última palabra y nadie pudiera discutirlos porque son inmaculados, incontrovertibles e intachables, según su absurda y obtusa percepción. Las decisiones que toman por mayoría los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con deshonrosas excepciones, son apegadas al Estado de Derecho y eso le da rabia al Presidente, de hecho, siente aversión por las normas legales, como lo exhibió cuando proclamó el 6 de abril pasado: “no me salgan con ese cuento de la ley es la ley”, expresión que evidencia que a semejanza de Luis XIV, para él, “el Estado soy yo”. Como también tiene obsesión por destruir las instituciones que no están a su servicio y por tanto no apoyan sus tiránicos y oligárquicos fines, López Obrador sigue promoviendo en su espacio -que por cierto patrocinamos los contribuyentes- la realización de una consulta para que “el pueblo bueno” -aclaro que quienes disentimos también formamos parte de él- decida que los ministros y jueces sean electos por mayoría y no por su trayectoria profesional, conocimientos, buena imagen personal y como juristas, entre otros atributos. Dicho en jerga cuatroteísta, que tenga 10 por ciento de capacidad y 90 por ciento de sumisión a López, y que el Poder Judicial se vaya al diablo. Ahora me explico la expresión del diputado Robles con que inició este escrito, lo que él y su Mesías quieren es una Suprema Corte realmente podrida, totalmente al servicio de los tiranos y populistas que nos gobiernan. Sin embargo, pese a la intención del Presidente y sus lacayos, la iniciativa no pasará al tiempo. Para concluir, dejo claro que el Estado Mexicano sí tiene visos de putrefacción con un Ejecutivo que toma las decisiones con total opacidad, basado en los caprichos e intereses del Presidente, sus cuates y familiares, aun cuando perjudiquen a un sector considerable de la población; así como un Legislativo espurio, cuya mayoría cuatrotera aprueba sin discutir, chistar y mucho menos reflexionar los designios del titular de Ejecutivo. El único que se salva es el Poder Judicial. Tienes razón, Andrés, el Estado está podrido en dos de sus Poderes.
