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Reforma al Poder Judicial



ALAN SOTO GARCÍA


Miércoles 31 de Mayo de 2023 10:12 am


II/II

EL “Plan B” del Presidente buscaba acabar con la burocracia dorada y los enormes derroches de quienes reciben de finiquito más de 9 millones de pesos y tienen trabajo asegurado por 9 años, como los consejeros electorales y el consejero presidente del INE (como lo fue Lorenzo Córdova), en un país donde antes de 2018, el salario mínimo duró raquíticamente congelado aproximadamente más de 30 años.

Que los ministros no quieran entender que la austeridad republicana es una exigencia popular y una muestra de justicia social, es sin duda el mejor ejemplo de que su concepto de justicia no es el mismo que el de millones de mexicanos, porque la desigualdad es injusticia, ¿o acaso se puede hablar de justicia cuando más de la mitad de la población tiene en sus cuentas de banco menos de 4 mil pesos? Si tan solo 356 de las personas más ricas de nuestro país pagaran el 5 por ciento de impuestos, nuestro presupuesto de salud se duplicaría. (https://www.for- bes.com.mx/listas/listas-multimillonarios/)

Parafraseando a López Obrador: “vivimos momentos estelares”, pues la gente se cansó de darle a la empresa su tiempo de vida a cambio de un salario que no alcanza, y es por ello que los programas sociales del Presidente están redistribuyendo la riqueza y haciendo justicia social, de igual manera, se debe actuar con el sistema de justicia, la renovación como exigencia popular en un sistema político democrático, es un aire revitalizante que corrige la corrosión de las instituciones que al pasar de los años se han viciado a causa de los gobiernos neoliberales que encontraban un jugoso negocio en cada necesidad humana, por ende, el debate sobre la reforma al Poder Judicial es una exigencia popular, y debe entenderse como tal, no como una intención antidemocrática de Andrés Manuel, como lo quieren hacer ver los conservadores. Es cierto que el Presidente ha sido el medio por el cual el pueblo ha podido ejercer de manera más directa y democrática su voluntad, pero el Mandatario ha sabido entender que sólo se manda obedeciendo y que el pueblo manda mandando, diría el filósofo y teólogo Enrique Dussel.

Nos queda mucho por hacer; hacer conciencia y seguir participando de manera directa en este proceso histórico del cual fungimos como protagonistas. Estemos a la altura de un movimiento que no es de un solo hombre, sino de todas y todos nosotros, porque esa será la mejor herencia para las generaciones venideras y nuestro mejor legado, contribuyamos a la democratización de nuestras instituciones y rompamos ese hechizo neoliberal, atrevámonos a imaginar el país que merecemos y sí, el INE sí se toca, y el Poder Judicial ¡también!