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Políticas públicas insignia



JOSÉ LUIS NEGRETE ÁVALOS


Jueves 01 de Junio de 2023 11:01 am


UN ejercicio constante que se establece en un lapso de tiempo de tres o seis años, es la renovación de las administraciones, sea cual sea el ámbito de estas: Federal, Estatal o Municipal, se presenta para los ciudadanos la oportunidad y el derecho de elegir a los representantes a través de una decisión basada en la preferencia política, al mismo tiempo, estar de acuerdo o en desacuerdo con el conjunto de ideas y planteamientos que puedan ajustarse a sus necesidades conforme a un criterio personal.

Inclusive se produce esa decisión en el contexto del agrado que el ciudadano pueda tener hacia algún candidato, más allá de la fuerza política de la cual surge, entendiendo que dentro de este juego de decisión, se involucra la cuestión de las emociones y cómo éstas pueden provocar o conducir el voto de manera precisa y particular, opacando, en cierto sentido, el ejercicio futuro del proyecto político que asuma la nueva administración.

Esto desde la perspectiva de las ideas de acción que conllevan las propuestas, y propiamente en el desarrollo de los tres o seis años, traduciendo esto en políticas públicas, o por lo menos el intento para llevar a cabo las mismas. Puntualizadas o ejecutadas con el efecto de dar prioridad o protagonismo a una o varias políticas enfocadas en ser solo eso, representativas o insignias de un gobierno o administración en específico.

Pero el caso es, ¿esas políticas públicas se articulan o se dirigen adecuadamente a la población objetivo? El hecho de que esas políticas públicas que se mantienen de una a otra administración, consideradas para llevar a cabo de acuerdo a las necesidades generales de la población objetivo, deben o deberían sostenerse siempre, en el entendido de la diversidad que representa a ese conjunto de personas.

El caso de los llamados grupos vulnerables, debe ser relevante recibir una observación considerable de su propia diversidad, con un planteamiento específico para llevar a cabo esas políticas. Será necesario hacerlo desde la investigación, el conocimiento y las opiniones dadas (en este caso de las personas con discapacidad), porque el conocimiento es un buen camino, y la escucha el mejor destino para las políticas públicas con razón de ser, y no solo políticas estrella o insignia.