¿Qué debatir?

VIDAL LLERENAS
Viernes 09 de Junio de 2023 10:23 am
SE ha iniciado el momento de poner a
discusión los proyectos de quienes van a contender por la Presidencia. La
renuncia de Marcelo Ebrard a la Cancillería marca el tiempo de salida. La
riqueza de ese ejercicio debe estar en la discusión puntual de lo público y en
la habilidad de cada aspirante de ofrecer propuestas a problemas complejos, no
solamente centrando la discusión en la frase que comunica y atrae, sino también
en el planteamiento que muestra la capacidad de diseñar y concretar la acción
de gobierno. En
economía, la pregunta central es con respecto al crecimiento y cómo promoverlo;
si bien los datos más recientes son buenos, el bajo dinamismo es un fenómeno
endémico de los periodos anteriores. Quienes aspiran a gobernar deben decirnos
cuáles creen deben ser los nuevos motores económicos del país y cómo crecerán
la inversión de capital, qué se debe facilitar para generar más inversiones,
cuáles son los sectores con mayor potencial, cómo se van a desarrollar esos
proyectos en las zonas menos dinámicas y qué inversiones en infraestructura
pendientes se deben acelerar para ese propósito. Los
aspirantes tienen que comunicar cómo se van a aprovechar los proyectos insignia
de esta administración, los concluidos y los que están por terminar, qué
inversiones adicionales se requieren para potenciarlos y cuál será su
estrategia para ponerlos en marcha. En cuanto a construir una economía para
todos y todas, preguntemos cómo la educación masiva va a servir para aprovechar
los nuevos empleos, qué acciones de capacitación en tecnología se van a
realizar, cómo se va a fortalecer el salario y construir un sistema de cuidados
para que las mujeres participen en mejores condiciones en los mercados
laborales. Otro
tema crucial será el tributario. Si los nuevos recursos van a llegar vía renta,
qué va a pasar con las tasas y deducciones, transacciones digitales, acuerdos
de tributación, y si se van a discutir impuestos comunes en otras naciones.
Esta discusión deberá abordar si los impuestos van a ser verdes y sobre qué van
a gravar, las emisiones, los residuos, los combustibles fósiles, o los autos. Entra
a discusión de qué manera se va a financiar la infraestructura, qué proyectos
serán públicos o privados, cómo servirán para potenciar las inversiones de
relocalización y cómo contribuirán a mejorar nuestra logística con
Norteamérica. Necesitamos una discusión que plantee una política para atraer la
inversión relacionada con la relocalización, respondiendo a necesidades como la
de incrementar capacidad industrial, atendiendo servicios adecuados e
integrando al centro y el sur del país en estos grandes procesos y solucionando
graves problemas, como la prevalencia de la extorsión.
Deberán
explicar propuestas para generar energía más barata y en esquemas sustentables,
verdes y eficientes, porque el nearshoring incrementará la demanda y
debemos estar preparados. Necesitamos respuesta a cómo se van a ligar estos
procesos de relocalización con la transición a la electromovilidad, cómo se va a
avanzar en la cobertura de conectividad 5G; ambos importantes en un país con
enromes flujos de intercambio comercial terrestre y uno de los mayores
productores de autos del mundo. Esto además de las políticas industriales que
requerimos para construir capacidades en áreas estratégicas, que no
necesariamente forman parte del fenómeno de nearshoring, pero que son de
interés nacional consolidar, como la médica y la agroindustrial.