Huir de uno mismo

RUTH HOLTZ*
Sábado 18 de Noviembre de 2023 9:32 am
¿Acaso uno puede huir de sí
mismo? Lo hacemos de muchas formas. La mente es compleja, así que nos
dividimos: mandamos una parte al olvido, a la inconsciencia, y nos conectamos
sólo con la parte más “aceptable”. ¿Y quién lo dice? Pues nuestro prójimo,
nuestros seres queridos, las personas que nos importan y hasta las que no y que
llamamos sociedad. El ser humano se forma en la relación con los demás. ¿Quién
eres? Toda definición que trates de dar implica la validación de otro, la
conexión con otros. El bebé encuentra quién es en la mirada de su madre; el niño
descubre cómo ser en la aceptación y el rechazo de sus padres. Somos seres
sociales, y si nuestra mente ha de ocultar algo es porque produce dolor y es
una experiencia que aprendemos a manejar en la relación con los demás. Huir es un mecanismo de
defensa, una forma de evitar el dolor, de evadir emociones que no podemos
manejar. También es no dar la cara ante los demás por las implicaciones del
asunto que evadimos; evitar aceptar la imagen que se han formado de nosotros y
que he creído que soy. El rechazo a uno mismo es crucial. No podemos aceptar en
lo que nos hemos convertido. Para no sentir dolor, huimos de algo que somos que
lastima o fue lastimado. Huimos de lo que no nos gusta de nosotros mismos
porque nos causa problemas en nuestras relaciones o porque no han dado un fruto
adecuado. Huir es una forma de evitar
lo que nos da miedo, es irnos lejos de donde está la fuente de sufrimiento: una
relación, un problema familiar, reclamos o compromisos que no queremos cumplir.
Huir no resuelve los problemas y hasta puede agrandarlos. Enfrentarlos sería la
manera de evitar complicaciones. A nivel profundo, huir puede
producir una división en la personalidad que puede originar distintos
trastornos mentales como ansiedad, déficit de atención, explosiones inexplicables
de ira, y trastornos más graves como la psicosis. El lado oscuro de nuestro
carácter es alimentado cuando huimos para no sentir, para no enfrentar, para no
sufrir. Esta actitud desconecta el corazón no sólo al dolor sino que
insensibiliza a otras emociones al amor. Te invito al taller “Recobra
tu corazón”, los días 1 y 2 de diciembre. Allí podrás reconectar con aquello de
lo que has huido y amarte a ti mismo. Se trata de descubrir el gran poder de
aceptar lo que brota de nuestro corazón, en vez de huir de ello. Lo inaceptable
tendrá que ser evaluado y sanado, y lo positivo te hará sentir pleno. *Psicoterapeuta 312 330 72
54 / 312 154 19 40
biopsico@yahoo.com.mx