Indiferencia criminal

Martes 20 de Febrero de 2024 8:17 am

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Siempre hemos estado en guerra, aunque

los ciudadanos estadunidenses hayamos estado

casi siempre aislados de lo que se siente,

hasta el 11 de septiembre.

Bárbara Kinsglover

 

EL Súper tazón de EUA rompió record de audiencias con 123 millones de televidentes. La distracción fue exitosa ya que pasó desapercibida, una vez más, la campaña aérea que Israel lanzó matando cientos de palestinos. Fueron destruidos almacenes de equipo médico y suministros.

Tras semanas de sitio al hospital, ordenan su desalojo. Mientras, los palestinos desplazados esperan alimentos de los cuerpos de socorro en Rafá, al sur de la Franja de Gaza. Ahí están un millón de refugiados que enfrentan oleadas de ataques, y más de 400 mil personas están muriendo de hambre sin que ninguna ayuda humanitaria pueda llegar. Es difícil que el Primer Mundo imagine una desesperanza así.

Los rostros de niños con el dolor de ver a los suyos asesinados es el peso que cancela para siempre la inocencia, y son miles de inocentes sacrificados. El tiempo pasa y nada mejora, todo es para peor. Desesperados y con la humillación de no ser capaces de cambiar nada, buscan sobras para subsistir un día más, mientras la legalidad internacional ignora sus derechos a la vida.

Es inefectiva la acción de la ONU cuando no ordena el alto al fuego de Israel en Gaza. El criminal primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, califica de “ridículas” las demandas de Hamas; hasta EUA investiga a Israel por el uso de fósforo blanco sobre la población de Líbano. El Mandatario de EUA y el primer ministro inglés, David Cameron, han hecho un llamado por separado a Israel a reconsiderar la operación, pero sin mayor relevancia. Desde hace cinco meses también el Gobierno belga censura los ataques a Rafá ya que “es una amenaza grave e inminente que la comunidad internacional debe confrontar con mayor urgencia.”

Ciertamente la población estadunidense no siente nada de esto. Les basta con los maniáticos asesinos que celebran sus triunfos matando a diestra y siniestra, ganando a pulso el odio de quienes son sus víctimas fuera de sus fronteras.

*Expresidenta de la ACPE