Elecciones violentas

EDITORIAL
Martes 27 de Febrero de 2024 8:08 am
CON el homicidio de Miguel Ángel Zavala Reyes, aspirante a
la Alcaldía de Maravatío, Michoacán, por parte de Morena, más el atentado
contra el ex alcalde de Taxco y precandidato a ese Ayuntamiento, el priista
Omar Jalil Flores Majul, ambos ocurridos ayer, confirman que la violencia
política-electoral está fuera de control, y eso que aún no hay registros
oficiales para dichos cargos ni han comenzado las campañas. A 3 meses de las elecciones más grandes en la historia de
México, ya suman al menos 17 precandidatos asesinados de diferentes partidos,
entre ellos Sergio Hueso, aspirante a la Presidencia Municipal de Armería, por
Movimiento Ciudadano. Sin duda esta violencia es parte de la crisis de
inseguridad que prevalece en todo el país, que no respeta condición social,
política ni económica. En ese tenor, hay consultoras de seguridad que estiman que
en el proceso electoral de 2024 puede haber más de 800 agresiones y 200
asesinatos de políticos. Lo deseable es que no sea así, pero por desgracia la
estrategia del régimen lopezobradorista de “abrazos, no balazos” no cambiará en
este sexenio, pese al incremento de homicidios dolosos. Y peor aún, la
candidata morenista a la Presidencia ha hecho declaraciones de que seguirá la
misma línea. Por lo que se ha visto hasta hoy, con los asesinatos de
aspirantes a diferentes puestos de elección, no existe ninguna estrategia por
parte de las autoridades federales para frenar la violencia ni garantizar la
protección de los participantes en el proceso electoral 2024, como tampoco se
ha visto a la población en general, por el contrario, la delincuencia se
enseñorea ante la impunidad.
En el caso de Colima, la gobernadora Indira Vizcaíno
descartó que la entidad tenga una mayor riesgo de violencia contra aspirantes a
puestos públicos, pues además hay un protocolo para protegerlos. Es deseable
que se cumpla el cometido, pero a nivel nacional, las dirigencias de los
partidos deben exigir la protección de sus participantes.