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LETRAS Y NÚMEROS



JOSÉ ÁNGEL BRAMBILA LEAL

En sesenta días habrá Presidenta


Lunes 01 de Abril de 2024 8:27 am


NO recuerdo Semana Santa alguna, desde que en mi Tonaya querido los niños llorábamos por la crucifixión de Jesucristo, en que nuestra conmemoración por la muerte y resurrección del Nazareno haya pasado tan ajena a una sociedad brutalmente monopolizada por la tecnología, por la fiesta, por la superficialidad; a fin de cuentas… ¡por la vida fácil!

Sin embargo, aunque pareciera que la soledad de la Semana Santa se ha perdido y el bullicio de las vacaciones vibra en todos los rincones de la ciudad, alguna magia impregna los acontecimientos del Jueves y Viernes Santos y sentimos la añoranza de aquellas infancias nostálgicas, cuando en esos días había un remordimiento de culpa, porque por nuestros pecados había sufrido –hasta la muerte–, aquel gran hombre al que los niños queríamos bajar de la cruz y curar sus heridas.

Y cuando estábamos acostumbrados a todas esas reflexiones en estas fechas santas, los sucesos políticos vienen a desequilibrar nuestras emociones y nos lanzan abruptamente a los debates, a las discusiones y hasta a las ofensas e insultos que tanta división han causado entre un pueblo mexicano que se caracterizaba por la calidez y el cariño fraternal que habitaba entre nosotros y que ahora parece tan lejano.

Por primera vez existe la certeza de que –exactamente en 63 días– una mujer será electa para dirigir los destinos de nuestra Nación; pero también, por primera vez, se da el hecho lamentable de que lo más importante no es evaluar los diagnósticos, las argumentaciones y las propuestas de quien nos gobernará, sino que lo que prevalece es el insulto y una avalancha de términos que llevan como último fin el ridiculizar a las candidatas, caricaturizándolas hasta la ignominia, donde quizás el llamarlas bruja, esperpento o adefesio, sería el más benévolo de los insultos.

Desde hace muchos años los mexicanos nos hemos vuelto cínicos cuando de ofender se trata. Desde aquel día en que el diputado Marco Rascón se puso una máscara de cerdo en la Cámara de Diputados, ya nada nos detuvo. Y si bien es cierto que Vicente Fox llamó a Francisco Labastida “chaparrito, mariquita y mandilón” y Andrés Manuel lanzó aquel, “Ya cállate, chachalaca”, al mismo Fox, nunca se insultaba en una campaña política con el fervor conque ahora lo hacen contra las dos candidatas.

El viernes empiezan las campañas por las alcaldías y diputaciones locales en todo el país y dichas campañas se sumarán a las presidenciales. El tono de las descalificaciones irá subiendo conforme se acerque el día 29 de mayo, día último en que los aspirantes podrán ofenderse o descalificarse a viva voz. Cuatro días después, Sheinbaum o Xóchitl podrán cantar victoria desde el Zócalo de la capital. ¡Felices pascuas!

¿Gusta opinar? Lo espero en Las Mentadas.

 

jbrambilaleal@yahoo.com.mx