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RAZONES



JORGE FERNÁNDEZ MENÉNDEZ

Llamado a Claudia


Miércoles 10 de Abril de 2024 8:28 am


El presidente López Obrador con sus reacciones podría lograr lo que no logró el debate del domingo: poner en la mira los casos de corrupción de su Gobierno. El lunes había dicho que el debate estuvo bien, pero para el martes todo ya se había convertido en una gran conjura. Ayer, el Presidente en una extraña Mañanera (¿no son todas extrañas?), cobijado por los gobernadores de Morena, insistió en que en su Gobierno no había corrupción y arremetió contra los organizadores del debate, diciendo que las preguntas estaban sesgadas en su contra; criticó a moderadores, participantes, a los medios y al INE, y lo que logró es que los temas que no habían sido atendidos en profundidad el domingo, se puedan volver a debatir.

Pero ese giro político fue una suerte de advertencia a Sheinbaun, a la que implícitamente reprendió por no haberlo defendido en el debate ante las acusaciones que se lanzaron. Claudia hizo lo que tenía que hacer: no entrar en temas que sólo podían afectarla. Incluso Gálvez la criticó por no responder a ellos, quizás sin comprender que Claudia no ganaba nada haciéndolo.

Pero el Presidente quería que la candidata del oficialismo convirtiera el debate en una suerte de sucursal de La Mañanera, y que lo defendiera a él, a su administración, a Dos Bocas, a Segalmex, al Tren Maya, a sus hijos y a sus socios. Lo notable es que esos temas no terminaron de lograr ser impuestos por Xóchitl, fueron ignorados por Claudia y resucitados por el Presidente en el postdebate. Lo reflejó La Mañanera de ayer: la crítica presidencial era para Claudia.

Escribía ayer Salvador García Soto que “el problema es que en la susceptibilidad presidencial, que se agudiza conforme se acerca el fin de sexenio, la actitud de Claudia en el debate fue interpretada como el principio de un desmarque que podría venir el 3 de junio”. Y tiene razón. En algún momento Claudia tiene que poner un poco de distancia con la actual administración. Si sólo se percibe su candidatura como un segundo piso de la transofrmaicón, eso tarde o temprano se acaba: nadie puede gobernar siguiendo una línea de continuismo absoluta. Eso se llama maximato y ya lo vivimos hace un siglo.

Claudia recibió el mensaje y ayer mismo dijo que defendió a la 4T “con el corazón y el alma”. Pero este episodio exhibe la dimensión del problema al que se enfrentará Claudia si gana las elecicones de junio. Eso de que el Presidente se retirará a su rancho en Palenque y que deja la política es un decir. López Obrador no aceptará que se descalifique o minimice nada de lo hecho, mucho menos que se investiguen casos de corrupción.

Claudia dijo en el debate que, si había pruebas de casos de corrupción, se presenten denuncias. Me asombró que Xóchitl no las tuviera preparadas para el debate, pues existen y muchas por lo menos para iniciar investigaciones: desde el evidente sobrecosto de Dos Bocas hasta la falta de resultados en la investigación de Segalmex. El formato del debate sin duda fue malo, pero no lo justifica.

Lo cierto es que a Claudia se le complicó un frente que es, para ella, el más delicado: el interno, marcado por la creciente susceptibilidad presidencial y el peso en torno al Mandatario de los personajes más radicales de la 4T. Sobre aviso no hay engaño.