Cargando



¡Despierta!



RUTH HOLTZ*


Sábado 13 de Abril de 2024 9:42 am


En psicoterapia solemos ver cómo quien acude a atender su crisis o su temporal motivo de consulta, tiene la opción de dejar de eclipsar su conciencia a partir de ese evento doloroso. Atender y sanar esa crisis se vuelve algo secundario, y más bien considerado una bendición gracias a la cual la persona se ve obligada a “verse a sí misma”.

Si bien en un comienzo toda la concentración está en el incidente: “me fue infiel”, “me abusaron”, “me siento perdida”, “mi carácter me ha traído problemas”, “tengo estrés y afectó mi salud”, “no sé si divorciarme”, “vivo con ansiedad por mis hijos”, “soy víctima de violencia”, “vivo discriminación”, “me enojo mucho”, “soy infeliz”, o “sé que tengo un pasado que me está menguando”, ese incidente es sólo el pretexto para iniciar un viaje a nuestro pasado, nuestras prioridades en la vida, nuestra forma de vivir, nuestro inconsciente; en suma, a ser conscientes de todos esos aspectos que habíamos eclipsado.

Somos más libres conforme conocemos nuestros condicionantes. El conocimiento de uno mismo, de los resortes que nos mueven, de nuestro inconsciente que nos juega una mala pasada con acciones y reacciones que no queríamos, y el sanar heridas del pasado que obran como un imán para atraer más de lo mismo (ya no, gracias), son condicionantes que nos encadenan como esclavos a una vida estéril y vivida por factores exteriores. Cada ser humano quiere ser dueño de sí mismo y vivir con conciencia y libertad de acción. Por eso, como decía Sócrates: “una vida no examinada no vale la pena vivirla”.

La psicoterapia es el espacio privilegiado para el conocimiento de uno mismo. Sólo quien se conoce se libera de sus condicionantes y se abre a engrosar su espíritu con las experiencias vividas que dan fruto de desarrollo de conciencia, así como la posibilidad de elegir ser quien y como queremos ser. A eso llamamos plenitud, gozo, felicidad sin precedentes.

¡Despierta! Lo verdaderamente importante en la vida es engrosar nuestro espíritu, ser libres, aumentar nuestra conciencia y con ello nuestra capacidad para ser autores de nuestro propio destino. La psicoterapia nos lleva al centro de nuestras heridas, nos obliga a vernos a partir de la resquebrajadura de nuestra armadura, que fue nuestro motivo de consulta. ¿Estás dispuesto a despertar e ir más allá de la vida pedestre y rutinaria a conquistarte a ti mismo?

 

*Psicoterapeuta

 

312 330 72 54 / 312 154 19 40

biopsico@yahoo.com.mx