Civilidad y respeto

Lunes 15 de Abril de 2024 8:16 am

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LA firma del Pacto de Civilidad Electoral, Respeto y Responsabilidad que realizaron los partidos políticos que participan en el actual proceso electoral, convocado por la Secretaría General de Gobierno, ha sido un acierto que se espera cumplan a carta cabal las y los candidatos y sus respectivos institutos políticos.

Ante autoridades electorales locales y federales, más los representantes de los Poderes Legislativo y Judicial, las palabras de la gobernadora Indira Vizcaíno Silva fueron claras y contundentes: “Nos comprometemos todas y todos a respetar la ley; los partidos que están en la contienda político-electoral se comprometen a jugar limpio, a no incentivar, de manera directa ni indirecta, ningún tipo de violencia, ni física, ni verbal y, sobre todo, en términos de género; a anteponer el contraste de ideas y de propuestas y a evitar las injurias, las descalificaciones y las calumnias”.

El Pacto es por demás importante para que los habitantes, de por sí inmersos en la vorágine de violencia que se vive a diario en la entidad y el país, vivan el proceso electoral sin aspavientos ni reyertas infructuosas que sólo envilecen la democracia, los partidos y sus participantes, evitando el desgaste social y que continúe la crisis de credibilidad que desde hace años reviste al sector político.

Para una sociedad que ya se encuentra en el primer cuarto del siglo XXI, resulta extraordinario convocar a un pacto de esta naturaleza, donde la civilidad, el respeto y la responsabilidad deberían ser la carta de presentación de gobernantes y de quienes aspiran a serlo, pero por desgracia en muchos casos no es así, de ahí la relevancia de firmar este acuerdo.

El objetivo es privilegiar los valores como la tolerancia, la convivencia pacífica y el diálogo. La civilidad y el respeto que muestren unos y otros durante las campañas, será un reflejo del nivel de las propuestas y proyecto de gobierno que pretenden, pues más allá de las diferencias políticas y formas de gobernanza, debe prevalecer el compromiso y la responsabilidad con los ciudadanos, pues la columna vertebral de todo sistema político son los habitantes, para mejorar su bienestar en todos los aspectos.

 

Ley antichapulines

 

EN los actuales comicios locales resulta complicado para los electores distinguir entre proyectos políticos e ideologías, pues personajes hasta hace poco identificados con unos determinados colores, ahora contienden justo en el bando contrario.

La lealtad partidista ya es una cosa del pasado, una idea arcaica que perdió vigencia; ahora los miembros de la clase política abrazan sin remordimiento el pragmatismo que les permita seguir disfrutando de los privilegios de la nómina, la dieta y el presupuesto.

Para muestra un botón: ninguno de los candidatos de Morena a las diputaciones locales que corresponden al municipio de Colima es militante de ese partido: José Manuel Romero fue priista y miembro del PVEM; Priscila García Delgado del PAN; Glenda Ochoa fue de Movimiento Ciudadano y Kathia Castillo del PES.

Otros partidos andan por las mismas, MC postula a la expriista Margarita Moreno; así como a la exmorenista Griselda Martínez; el PAN recicla a Felipe Cruz, otrora miembro del actual Gobierno Estatal; Locho Morán fue panista, luego emecista y ahora morenista; la lista de nombres es interminable.

Esa laxitud en las convicciones tiene sus consecuencias, genera una degradación política que a su vez precariza la gobernanza, pues los cargos públicos son ocupados por personajes que sin compromiso moral alguno, simplemente velan por sus intereses.

Muchos de esos candidatos llegaron a los espacios de representación y gobierno por la fortaleza de los partidos que los postularon, no por méritos propios; sin embargo, no tuvieron problema en renunciar a esas formaciones políticas que les dieron la oportunidad de figurar.

Pero además, traicionan a los votantes que en comicios anteriores los respaldaron no por sus atributos, sino por la doctrina, ideología o proyecto de gobierno que representaron y del cual reniegan por ambiciones particulares o simplemente porque no obtuvieron lo que deseaban.

En esa perniciosa dinámica, la clase política colimense se ha llenado de oportunistas, con algunos perfiles dispuestos a las prácticas más deleznables para asegurarse las canonjías que ofrece el poder o la cercanía con quienes ostentan el poder político en la entidad.

Todo en detrimento de la sociedad, pues ante la falta de alternativas más profesionales y comprometidas, los ciudadanos terminan eligiendo a una de esas figuras recicladas que por si no fuera suficiente, cargan con antecedentes de ineficacia, negligencia o corrupción.

Es exigible que esta situación se combata a través de una figura legal, con el objetivo de que al menos durante el periodo para el que fueron electos, estos personajes se encuentren obligados a permanecer en el partido que los postuló originalmente.

Dicha disposición no vulnera ningún derecho político, pues en todo caso, si un aspirante desea participar y no está convencido de hacerlo con ningún partido, tiene a su alcance la posibilidad de contender por la vía independiente, como lo establece la normatividad electoral.

Mientras tanto, la población tendrá que valorar si otorga su confianza a esos personajes que sin pudor saltan de un partido a otro, que entienden la política a su conveniencia y ejercen los cargos como patrimonio personal.

 

Elecciones y seguridad

 

DESDE hace más de 15 años, Colima sufre el cáncer de la violencia, la cual, lejos de disminuir cada año se incrementa; aumentan los delitos que afectan a las familias de los 10 municipios, a unos en mayor o menor medida.

La lucha entre grupos criminales ha generado un repunte de la ola criminal en la entidad, la cual se ha agudizado en los últimos 3 años. De manera permanente, desde hace meses, Colima ocupa los primeros lugares a nivel nacional en homicidios dolosos, extorsiones, delitos sexuales, feminicidios, robos, asaltos e inclusive violencia intrafamiliar.

La falta de coordinación del Gobierno del Estado con los municipios genera resultados pobres en el combate a la delincuencia. Inclusive, el apoyo permanente del Ejército, la Marina y la Guardia Nacional no tiene mayor impacto. A las policías estatales, municipales y Fuerzas Armadas se les ve siempre llegando a los lugares donde se cometen los crímenes como meros observadores.

En el actual proceso electoral, a la mayoría de los candidatos la sociedad les ha planteado como temas urgentes la seguridad y salud. Les piden que si llegan a los cargos se comprometan a atenderlos.

De forma inexplicable, el Gobierno del Estado no ha hecho cambios en Seguridad Pública a pesar de los malos resultados que se tienen. Inclusive, la gobernadora Indira Vizcaíno dijo en una conferencia que no pensaba cambiar a los funcionarios. Si los saldos hasta ahora son negativos, con las mismas autoridades y las mismas estrategias seguirán siendo pésimos los resultados.

En esta elección, los temas de seguridad y salud serán determinantes para los electores al momento de emitir su voto, por lo que a los candidatos de Morena esto les representa un lastre.

El obradorismo finca sus esperanzas en los programas asistenciales, consideran que las ayudas económicas influirán a favor de sus candidatos; sin embargo, en esos cálculos políticos no han considerado que para muchos de poco sirven esos apoyos si no se tienen servicios esenciales y vitales, como la seguridad y la salud.

Los candidatos a alcaldes deben comprometerse desde ahora a mejorar la seguridad, pues los gobiernos municipales pueden hacerlo, son los responsables de la contención y la prevención del delito. Por su parte, los diputados son quienes aprueban el presupuesto para seguridad, salud y en general para todo el estado. Mientras que los diputados federales y senadores también aprueban los recursos para las entidades y son los responsables de modificar las leyes a favor de la sociedad.

Los electores son hombres y mujeres inteligentes, por lo que si los candidatos minimizan o soslayan estos temas fundamentales, si no presentan propuestas reales, objetivas, también ellos, frente a la boleta, simplemente los habrán de ignorar.

 

Aumenta tensión mundial

 

EL ataque de Irán a Israel con drones y misiles sólo incrementa la tensión en Medio Oriente hacia una posible conflagración mundial, pues a la par de la guerra que los israelitas sostienen contra el grupo Hamas en la Franja de Gaza, asesinando a miles de palestinos, persiste el combate entre Rusia y Ucrania.

Por lo pronto el Grupo de los 7 (G7), integrado por Estados Unidos, Alemania, Francia, Japón, Reino Unido, Italia y Canadá han manifestado ya su total apoyo a Israel. Por su parte Irán, aclaró que fue una respuesta al ataque cometido contra su Embajada en Damasco, Siria, considerado territorio iraní, que provocó la muerte de siete mandos militares, el pasado 1 de abril.

Se trata de la anunciada represalia de Teherán, por lo que el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Hosein Amirabdolahian, aseguró también que informó a EUA del ataque a Israel con 72 horas de antelación, una operación que “sería limitada y en defensa propia (…) No queremos extender el conflicto en la región”.

De esta manera, Irán justifica el ataque a Israel, como una respuesta a los asesinatos cometidos por el régimen sionista a la embajada iraní, “legítima e irrevocable”, precisó el ministro Amirabdolahian. Mientras que el portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari, dijo ayer “seguimos en alerta máxima y evaluando la situación. En las últimas horas hemos aprobado planes operativos de acciones tanto ofensivas como defensivas”.

Lo cierto es la mayoría de los países que han emitido su opinión respecto al conflicto, incluido Estados Unidos, han manifestado su negativa a que continúe la escalada de violencia en Medio Oriente, pidiendo a Israel e Irán que detengan las posibles contraofensivas, de lo contrario se vendría una catástrofe en la que ya varios se han deslindado de participar.

Es deseable que así suceda, como también ha señalado el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador; sin embargo, en este marco hostil prevalece el conflicto armado de Israel contra palestinos, por lo que la comunidad internacional debe ser más enérgica para pedir a los israelíes que frenen de una vez por todas sus ataques; la respuesta de Irán es en realidad un mensaje de advertencia a Israel, de que meterse contra ellos no es lo mismo que con la Franja de Gaza, los iraníes tienen toda la capacidad de poder.