Cargando



RAZONES



JORGE FERNÁNDEZ MENÉNDEZ

Fracturas y facturas en la Corte


Lunes 15 de Abril de 2024 8:17 am


NO creo que la decisión de proceder a realizar una investigación inmediata a partir de una denuncia anónima y sin pruebas en contra del expresidente de la Suprema Corte, Arturo Zaldívar, hoy convertido en uno de los voceros de la campaña de Claudia Sheinbaum, ayude a la causa de conservar la independencia del Poder Judicial e impedir la desastrosa iniciativa que quiere impulsar el presidente López Obrador.

La investigación se ve como un golpe político muy similar a los que utilizó la 4T en estos años de gobierno contra sus adversarios. No desconozco la profunda animadversión que existe entre el expresidente de la Corte y su sucesora y de varios otros ministros contra Zaldívar. Tampoco la molestia existente y comprensible porque un expresidente de la Corte esté impulsando una reforma que de llevarse a cabo implicará una subordinación de la SCJN al poder político, o que Zaldívar haya saltado con tanta rapidez de la Corte al trabajo partidario.

Pero la investigación en cuestión tiene demasiados capítulos oscuros. Primero es una pieza política, una especulación, que podría ser parte de un texto de opinión, pero no va acompañada por pruebas, como lo tendría que tener cualquier reportaje, lo que la vuelve inútil judicialmente, pero útil políticamente.

Segundo, es una denuncia anónima: llama profundamente la atención que se la atienda apenas un día después que se presentó y sin pruebas que la sustenten. Tercero, mete de lleno al Poder Judicial en una crisis en la que ya estaba pero que ahora estalla públicamente y eso trasciende a Zaldívar, Alpizar y otros mandos de la Corte y llega a jueces y magistrados.

El Poder Judicial se mantuvo con un frente relativamente unido ante los ataques e iniciativas de reforma del presidente López Obrador, pero con esta investigación ese frente quedará por lo menos con serias fisuras. No me gustan las denuncias anónimas como tampoco la utilización de testigos protegidos y su conversión de delincuentes en acusadores a cambio de un testimonio que no tiene pruebas.

Para variar este es un problema que creó, en esta última etapa pública, el presidente López Obrador con aquella declaración de que le pedía a Zaldívar, cuando era presidente de la Corte, que viera casos especiales, políticos, de interés del Ejecutivo. No es una novedad, lo es que se lo diga de esa forma y con esa irresponsabilidad.

Abierta esa puerta, sumado al protagonismo que ha tenido Zaldívar en medios y en la controversia por la hipotética reforma judicial, los elementos estaban dados para la presentación de una denuncia de este tipo y para darle cauce a la investigación. No lo sé, pero sin pruebas materiales no creo que se pueda avanzar mucho, pero sí sirve paradójicamente para alimentar a aquellos que quieren deshacerse de la autonomía del Poder Judicial.

Creo que Zaldívar, que siempre ha sido un jurista de alto nivel, hace mal en jugar a la política con la reforma lopezobradorista al Poder Judicial que va en contra de lo que siempre ha defendido. Creo que Norma Piña hace mal en entrar ella también a un juego político donde no tiene nada que ganar utilizando los instrumentos que siempre descalificó, las denuncias anónimas. Creo que nadie saldrá ganando de este encontronazo salvo, como siempre, quienes quieren subordinar el Poder Judicial al Ejecutivo.