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ESTACIÓN ESPERANZA



VLADIMIR PARRA BARRAGÁN

Humanismo sí, clasismo no


Martes 16 de Abril de 2024 8:50 am


A poco menos de 50 días para que se lleven a cabo las elecciones, es clara la amplia ventaja que mantiene Claudia Sheinbaum sobre todos los adversarios, ya que suman hasta 20 puntos de diferencia con su competidora más cercana, por lo que el 2 de junio se confirmará que tendremos a la primer Presidenta mujer en la historia de México y será quien encabeza la coalición Sigamos Haciendo Historia.

Después del debate, las televisoras, los comunicadores y opinadores del propio grupo conservador, no pudieron negar que quien se plantó de mejor manera y salió victoriosa fue Claudia Sheinbaum, es decir: ni para ellos hay dudas.

Por otro lado, vemos un declive cada vez más marcado en la oposición, pues el conservadurismo, cegado en su capricho en esa batalla de buscar regresar al régimen de privilegios, corrupción y saqueo, comete errores evidentes. No han querido aceptar que están moralmente derrotados.

Para muestra, la última declaración de su candidata Xóchitl Gálvez, quien tratando de generar gracia, en un ataque de mal gusto en contra de Claudia Sheinbaum se ganó el rechazo al declarar que considera “buey” a una persona que a sus 60 años no ha podido hacerse de un patrimonio propio. Dicho esto, en lugar de generar apoyo a su favor, volvió a ser blanco de señalamientos en redes sociales y en la opinión pública.

Tal actitud solamente deja en evidencia que la candidata del conservadurismo se encuentra totalmente desligada de la realidad de millones de mexicanas y mexicanos que, durante el periodo neoliberal, vieron cómo el poder adquisitivo de los salarios disminuyó y el costo de la vida se acrecentó, pues se priorizaba el negocio antes que los derechos de las personas, haciendo bastante complicado el poder hacerse de un patrimonio.

Además demostró que se guían por posiciones evidentemente clasistas, al tratar de diferenciar y hacer notoria una falsa superioridad de quienes tienen patrimonio frente a quienes no.

Pero ese rechazo de la gente se hace más presente cuando analizamos todos los señalamientos de corrupción y tráfico de influencias para que ella, Xóchitl Gálvez, pudiera ser dueña de propiedades cuando estuvo al frente de una alcaldía en la Ciudad de México, favoreciendo a mafias inmobiliarias que lucran con la necesidad de las familias.

Sin embargo, la transformación está en marcha y hay relevo generacional para que el pueblo demuestre su respaldo a este proyecto que busca el bienestar y la justicia social. Este 2 de junio volveremos a hacer historia.