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DE AYER Y DE AHORA



JAIME ROGELIO PORTILLO CEBALLOS

Adolescentes y habilidades socioemocionales


Domingo 21 de Abril de 2024 10:03 am


I/III

COMO adolescente que fui, como padre de adolescentes y como maestro, he reflexionado sobre la decisiva importancia del desarrollo de habilidades socioemocionales en la etapa de la preparatoria. En esta etapa de la educación media superior, los estudiantes atraviesan por 

cambios físicos, en sus habilidades cognitivas y en su desarrollo emocional y social. Es un tiempo durante el cual algunos pueden experimentar confusión y dificultades.

Es en esta etapa clave de la adolescencia cuando los estudiantes pueden adquirir un mayor entendimiento sobre ellos mismos y sobre el mundo que los rodea. Muchos tendrán trabajo por primera vez; su primer novio o novia; su primera experiencia sexual; su contacto con alcohol y tabaco; les podrá ser ofrecida alguna droga, y empezarán 

por tomar decisiones que pueden repercutir de manera determinante en su futura vida de adultos. Nuestra responsabilidad como padres o educadores es dotarlos lo mejor posible de las habilidades que necesitarán para enfrentar los distintos retos que les esperan.

El aprendizaje socioemocional dota a los jóvenes de 

autoconocimiento, estrategias y habilidades que les ayudan a desarrollar un concepto positivo de sí mismos, establecer relaciones sanas y de respeto, así como desarrollar la capacidad de reconocer y manejar sus emociones y tomar decisiones responsables.

Para prevenir y hacerle frente exitosamente a los múltiples cambios propios de los jóvenes y a las conductas de riesgo expresadas en la violencia, embarazos precoces, consumo y adicción a drogas, bajo rendimiento académico y abandono escolar, es que se requiere, además 

de las habilidades cognitivas y técnicas, el desarrollo de 

las habilidades socioemocionales.

Las habilidades socioemocionales son comportamientos, actitudes y rasgos de la personalidad que contribuyen al buen desempeño de una persona. Ejemplos de éstas son la puntualidad, la comunicación, la organización, el trabajo de equipo, la honestidad, la empatía, entre otras.

¿Qué habilidades específicas es deseable fomentar 

en los jóvenes? Abordemos algunas.

1. El joven necesita autopercepción, o sea, habilidad para identificar y reconocer sus propios sentimientos y los de aquellos que lo rodean. Implica prestar atención e interpretar con precisión las señales emocionales de la expresión facial, movimientos corporales y tonos de voz.

2. Es importante desarrollar la conciencia emocional, capacidad de reconocer las propias emociones y las de los demás. Esto nos informa cómo nos encontramos, qué nos gusta o qué no funciona a nuestro alrededor, con la finalidad de realizar cambios en nuestras vidas.

3. ¡Cuántas veces en el manejo de emociones, recurrimos a la autorregulación emocional! Los sentimientos y las emociones a menudo deben ser regulados, como en el caso de la impulsividad, la ira y la violencia; además del manejo de la frustración para prevenir estados emocionales negativos de estrés, ansiedad y depresión; el perseverar en el logro de objetivos a pesar de las dificultades, o la capacidad para diferir recompensas inmediatas a favor de otras de más largo plazo.

4. ¿Qué decir de la motivación de logro en el joven? 

La motivación está íntimamente relacionada con la emoción. La automotivación se sitúa en el extremo opuesto del aburrimiento y abre un camino hacia la actividad productiva por propia voluntad y autonomía personal. La motivación es lo que nos permite llevar a cabo lo que nos 

proponemos. Las personas motivadas tienen empuje, dirección y resolución. 

5. Los jóvenes a veces se desaniman, se sienten frustrados o pueden dejar a medias las cosas. Para afrontar estas conductas, es necesario insistir en la perseverancia. 

Perseverar significa tener la autodisciplina para continuar con una tarea a pesar de las dificultades que se enfrentan. Una persona perseverante termina lo que empieza, hace varios intentos cuando fracasa y procura alcanzar sus metas.