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ESTACIÓN ESPERANZA



VLADIMIR PARRA BARRAGÁN

Por una vejez digna


Martes 23 de Abril de 2024 8:51 am



Se trata de dignificar, de reconocer el trabajo de

los trabajadores y revertir estas reformas que

tanto dañaron a la clase trabajadora en México.

Andrés Manuel López Obrador

 

Recientemente ha habido un despliegue comunicacional lleno de mentiras y desinformación en medios de comunicación y generadores de opinión con respecto a la nueva reforma de pensiones, lo que exhibe el tamaño de los intereses detrás de ellas.

Desde el periodo neoliberal, el negocio de la Afores ha sido muy lucrativo y beneficioso para los intereses privados, además de haber afectado los derechos laborales de las y los trabajadores desde la reforma de 1997 a la Ley de Pensiones en el sexenio de Ernesto Zedillo.

Con ello se pasó de un sistema solidario a cuentas individuales administradas por las Afores, es decir, la banca privada, y además se aumentó el número de semanas que se tenían que cotizar para poder jubilarse, pasando de 500 a mil 250 semanas.

Por si fuera poco, las pensiones pasaron a calcularse en función del monto del ahorro y no del salario de los trabajadores; antes, si alguien tenía un salario de 10 mil al mes, se pensionaba con ese monto, pero después de la reforma de 1997, solo se jubilaba con 2 mil 700 al mes.

Además de esa afectación inhumana a la clase trabajadora, quienes administraban las Afores hicieron fortuna con ello y no cumplían con la Ley, ya que no regresaban al IMSS lo debido.

Por ejemplo, en el caso de Afore Azteca, perteneciente a Ricardo Salinas Pliego, a la fecha debería haber restituido al IMSS más de mil 800 millones de pesos; sin embargo, solamente ha restituido poco más de 19 millones.

En ese sentido, cabe aclarar que la reforma planteada busca revertir estas afectaciones y crear el Fondo de Pensiones para el Bienestar, un mecanismo que complemente las pensiones de aquellas trabajadoras y trabajadores que se retiren con un ingreso inferior a 100 por ciento de su último salario promedio.

Por ello tenemos que informar al pueblo, desmentir la campaña de desinformación y señalar que es falso que el Fondo de Pensiones para el Bienestar expropie las Afores; es falso que sea inviable económicamente y también es falso que se queden con los ahorros de los trabajadores.

Esta reforma de ninguna manera implica expropiar los recursos de los trabajadores, sino brindar dignidad a las personas en su último trayecto de vida, devolviendo al pueblo lo que es del pueblo, hasta que la dignidad se haga costumbre.