VALIJA DIPLOMÁTICA
CHRISTIAN GALINDO
Xóchitl se desinfla
Jueves 25 de Abril de 2024 8:11 am
Siempre tuve la percepción de que los líderes de los
partidos de la alianza PAN, PRI y PRD, no prepararon un buen perfil para
competir en la elección presidencial, sabiendo de antemano que el oficialismo
no iba a permitirse perder el terreno que había ganado en las arenas de lo
federal. El maltrato en aquel entonces, en vísperas de la selección
de la candidata de la alianza, estuvo marcado por golpeteos intrapartidistas en
donde una de las víctimas, aunque no la única, fue Beatriz Paredes, quien cedió
recriminando las formas a la hoy candidata Xóchitl Gálvez. El corporativismo político que enmarca la vieja forma de
ascender a los espacios de poder ha desacelerado la propulsión que tenía
Xóchitl Gálvez como candidata a la Presidencia. Aunque va cuesta arriba, hay
señales de desesperación ante lo que es evidente: se va quedando sin fuerza. El primer debate dejó malas impresiones para la oposición
que pretende desterrar al lopezobradorismo, y todavía la candidata que los
representa no se ha recuperado. Es por eso que durante los últimos días se ha
hablado de que ya es hora de que Xóchitl comience a ser ella misma con huipil y
dicharachera, como la conocimos. Surgen preguntas sobre si realmente la oposición está
jugando a ganar o solamente pretenden ganar posiciones en el Legislativo, en
donde los líderes y sus secuaces serían los primarios ganadores con curules en
la Cámara Baja y en la Cámara Alta. A 37 días de la elección presidencial, Claudia Sheinbaum
parece más Presidenta que la misma Xóchitl Gálvez. La sombra del poder cada día
empodera más a una y desvanece a la otra. Ojalá, por el ejercicio de
competición democrática, resurja una candidata de oposición que salga a la
cancha y sin reservas defienda su candidatura, pues perder con dignidad parece
que no es una tarea sencilla. De no haber circunstancias inesperadas, como puede ser el
caso, la próxima y primera presidenta de México será Claudia Sheinbaum, quien
trae cargando detrás de ella un legado al que está concatenada a hacer eco
eternamente. De ser este el caso, México tendrá por primera vez a una mujer al
frente, de izquierda, medioambientalista y, sobre todo, con una claridad
contundente de lo que está funcionando bien y de lo que no.
El país entero busca que nos gobierne una mujer de falda y
no una mujer de puño cerrado.