MALAS COMPAÑÍAS
MARIO ALBERTO SOLÍS ESPINOSA
Dimisión de las instituciones
Viernes 26 de Abril de 2024 8:16 am
La situación de inseguridad en Colima llegó a un punto sin
retorno y de extrema gravedad, pues la delincuencia ha traspasado sus métodos
tradicionales de operación e influencia para actuar directamente en contra de
la población, mediante acciones lindantes con el terrorismo. Es un momento crítico, pues si las autoridades persisten en
mantenerse ausentes, sumidas en la indolencia y el mutismo, el vacío que dejan
será ocupado por grupos cada vez más radicalizados en la violencia,
convirtiendo a la entidad en un territorio sin ley, como otros estados que ya
adolecen un narcogobierno de facto. La quema de vehículos en la vía pública, la creciente
extorsión, el cobro de piso y la desaparición de personas son expresiones de
una degradación sostenida que trasciende el enfrentamiento entre células del
crimen organizado, una tendencia que habla del advenimiento de un régimen de
terror y violencia irreversible. Ante la complejidad del momento histórico, es claro que los
gobernantes no están a la altura de las circunstancias, por el contrario,
parece que existe una abdicación tácita de las obligaciones del Estado en
materia de seguridad, así lo demuestra la parálisis de las instituciones en
Colima frente a los hechos de las últimas semanas. Representantes de los tres niveles de Gobierno en la
entidad interpretaron las restricciones del periodo electoral a su conveniencia
para abandonar sus responsabilidades y dejar a su suerte a los colimenses,
quienes sobreviven entre la zozobra y el miedo de ser atacados en su persona o
propiedades. Ya de por sí ineficiente en la resolución de las
necesidades colectivas, el Gobierno estatal opta por el silencio, el desdén y
la negligencia, y apuesta por la misma inercia que el año pasado provocó más de
900 homicidios dolosos y que ubicó la cifra de desaparecidos en mil 300
personas. Se busca, a través de la estridencia de las campañas
electorales, ocultar una situación crítica que ya comienza a generar reacciones
entre la sociedad, como la reciente protesta de concesionarios del transporte
urbano, a la que no tardarán en sumarse las de otros sectores agraviados,
olvidados e ignorados por la administración morenista. No obstante, si la violencia continúa y se extiende sin
control, los candidatos perderán relevancia; será intrascendente quién ocupa
los cargos y posiciones, pues gobernarán un estado en ruinas, donde el poder
real ya no se encontrará en las oficinas gubernamentales. Por eso resulta indispensable que el Gobierno estatal y las
autoridades municipales salgan del pasmo y actúen, comenzando por ofrecer a los
colimenses una explicación de lo que está sucediendo, para luego anunciar la
estrategia que permitirá garantizar la integridad física y patrimonial de los
habitantes. De otra forma ningún caso tendrá elegir autoridades que,
como las actuales, se doblegan ante poderes fácticos, ya sea por incapacidad,
indolencia o connivencia, siempre a costa de una sociedad que lleva años
esperando gobiernos reales, serios y comprometidos.
BREVE HISTORIA PARA CAMILA La princesa ya tiene claro qué
carrera estudiará a partir de la segunda mitad de este año, lo que resulta
envidiable. En mi caso, fue el destino lo que me guió en esa etapa. Me trajeron
hasta acá una serie de eventos azarosos y creo que no pude estar mejor, fue así
que logré reunirme con esta jovencita que le ha dado sentido y rumbo a la vida;
ahora le corresponde a ella buscar hasta encontrar el suyo.