RAZONES
JORGE FERNÁNDEZ MENÉNDEZ
Violencia, muerte y feminicidios
Miércoles 08 de Mayo de 2024 8:28 am
Dice López Obrador que la mejor política exterior es la
interior, y es una verdad a medias. Una potencia media como México, miembro de
la OCDE, socio comercial de EUA y Canadá, no puede darse el lujo de ignorar su
política exterior. En ese sentido, estamos dejando una imagen lamentable. Hemos
perdido peso, influencia y prestigio. La violencia y la inseguridad, esa que según Palacio
Nacional no existe, nos tienen en las primeras planas de la prensa mundial casi
cotidianamente y es motivo de profunda preocupación de nuestros principales
socios comerciales. El asesinato de los surfistas en Ensenada ha sido una
noticia global. El Gobierno de Australia ha pedido a sus connacionales no
viajar a México por la violencia, los asesinatos y violaciones. La localización
de los tres hombres se realizó por la exigencia y la intervención de agentes
del FBI en la investigación. La preocupación estadounidense crece porque esa zona del
territorio nacional no sólo tiene una enorme movilidad, sino porque se ha
convertido en uno de los principales puntos de ingreso de fentanilo. Tijuana es
un foco de altísima violencia, una de las ciudades más peligrosas, con
acusaciones cruzadas, dentro del propio Morena, de relaciones con alguno de los
grupos criminales que ahí operan. No es un dato menor en el punto de mayor
intercambio de mercaderías y personas con EUA. La migración y la violencia son temas muy presentes en la
agenda de EUA y otros países, y por supuesto en sus medios. La reciente entrega
de los premios Pulitzer, los reconocimientos más prestigiados de la prensa
estadounidense, fue una demostración más de ello: dos de los principales
premios fueron por fotografías y reportajes sobre la migración en la frontera.
El premio en biografía fue para el extraordinario libro de Cristina Rivera
Garza, El invencible verano de Liliana, historia creada en torno al feminicidio
de su hermana menor, Liliana. El libro es extraordinario, pero más allá de eso,
el tema tiene impacto internacional: tenemos las peores tasas de feminicidios a
nivel global y el premio para Rivera Garza se relaciona con esa realidad. No
sólo se celebra un libro, sino también se vuelve a poner en el foco de atención
la violencia contra las mujeres en nuestro país. Las posiciones diplomáticas que ha adoptado México tampoco ayudan.
Es terrible que no hayamos condenado la invasión rusa a Ucrania y que sigamos
coqueteando con el régimen de Putin, haciendo acuerdos, estableciendo
intercambios con un gobierno condenado por todas las democracias del mundo. La
relación con Cuba, Venezuela y Nicaragua sigue siendo privilegiada. Los
apoyamos de todas las formas posibles; financiamos proyectos de desarrollo en
Nicaragua, regalamos petróleo a Cuba y pagamos a los migrantes venezolanos que
desean regresar a ese país. En ninguno de esos casos hemos expresado, como
Gobierno, crítica alguna. La relación con la Iglesia Católica es mala. Lo sucedido
con el obispo Salvador Rangel no ayuda precisamente a mejorarla. El papa
Francisco está muy atento desde la muerte de los sacerdotes jesuitas en la
sierra tarahumara y recibe informes semanales desde México. Lo de Rangel, si se
confirma que el Gobierno del estado manipuló la información, puede ser la gota
que derrame el vaso.
La percepción internacional de México no es buena y cada
vez más, como dice el panel de expertos de The Economist, nos perciben como un
régimen mixto, entre democrático y profundamente autoritario. No es una buena
noticia.