Vientos frescos
AGUSTÍN BENÍTEZ OCHOA
Miércoles 10 de Julio de 2024 8:35 am
La doctora Claudia Sheinbaum, futura presidenta del país,
ha seguido con sus ya acostumbrados jueves de presentación de miembros de su
gabinete y continúa apostando por personas capaces y leales al proyecto de la
llamada Cuarta Transformación. Una prueba de ello es la designación de Rosa
Icela Rodríguez como secretaria de Gobernación, quien se ha distinguido por su
actuación eficiente y sin estridencias en diferentes puestos de la
administración pública. La dependencia que tiene la mayor responsabilidad
política del país será conducida por una periodista de formación, hija de una
maestra rural, identificada como persona seria y comprometida con la política
presidencial. Igualmente se perciben los otros nombramientos, gente capaz, con
un respaldo académico fuerte y un compromiso real. Claro, no todo es miel sobre hojuelas, hubo un nombramiento
que se cuestionó con fuerza, aun por simpatizantes de Morena: el de Mario Delgado
en la Secretaría de Educación. Pronto deberá verse la respuesta en la manera de
actuar del todavía dirigente de Morena en el manejo de los graves problemas
laborales y técnicos que afronta México en ese campo. Parece reiterativo insistir en la constante descalificación
por miembros de la oposición al manejo de la política nacional. Pero también
parece obsesiva la manera en que se busca algún resquicio, por pequeño que sea,
para atacar la elección presidencial o socavar la relación entre López Obrador
y Claudia Sheinbaum, o lo que se acumule en la semana; ellos continúan en la
línea: calumnia, que algo queda. Alejandro Moreno abrazado a los restos
escuálidos del PRI; Marko Cortés enfrentando a Felipe Calderón y Javier Lozano,
exhibiéndose ante la sociedad tal cual son: cínicos, pobres de argumentos y
dignidad; la excandidata denunciando actos delictivos en la elección y no
presentándose en la revisión de éstos, en fin, el ridículo por paradigma, allá
ellos. Con todo, el mundo sigue su marcha. Y se perciben nuevos
vientos de frescura: en la Gran Bretaña los conservadores pierden el control
político que han mantenido durante años; en Francia, ese referente cultural y
libertario, se rebela la izquierda formada por los pobres, migrantes, jóvenes,
maestros, intelectuales, mujeres marginadas y más; y no permiten lo que se veía
como una amenaza real y verdadera para ellos, la toma del poder por la derecha,
la ultraderecha y sus inseparables rémoras. Los dirigentes de la izquierda en
entrevistas con medios mexicanos expresando su admiración al presidente López
Obrador. El viejo Mélenchon, con una auténtica alegría, reconociendo el
prestigio y la aceptación del político mexicano; otros, comentando alegres el
uso de ingeniosas frases mexicanas en beneficio de su causa, la de los
franceses, la del pueblo. La aparición de carteles comenzando con: por el bien
de todos… Francia volviendo por sus fueros. Qué satisfacción. Aunque por
desgracia siempre habrá un Milei en el mundo. Invariablemente existirán diferencias ideológicas y, bueno,
qué maravilla que así sea. La simpatía es mutua. La doctora Claudia Sheinbaum envió un
mensaje de felicitación a Mélenchon. Morena felicitó a la izquierda francesa.
La causa, a final de cuentas, es la misma, el bienestar de las mayorías. El
triunfo del pueblo.