Cargando



¡Detente un momento!



PATRICIA GONZÁLEZ GÓMEZ


Miércoles 10 de Julio de 2024 8:23 am


Sé que llevas prisa y que prefieres hacer como que no te das cuenta de que necesito tu mano. No temas, sé que lo desconocido te puede causar miedo. ¿Imaginas cuántas veces yo he sentido miedo? En ocasiones no entiendo al mundo, o tal vez, si lo pienso, quien no me entiende es el mundo, porque no se quiere detener a tratar de entender lo que yo vivo.

Seguramente “perderás” 15 minutos tratando de descifrar lo que con palabras en ocasiones no sé explicar, pues el mundo creo no está hecho para mí, pero ¿sabes? Pertenezco a él. Prometo que si tomas 15 minutos, me tomas de las manos y me preguntas “¿cómo puedo ayudarte?, ¿qué necesitas?, ¿qué sientes?”,  yo buscaré la manera de comunicarme contigo.

¡Por favor! No hagas como que no te das cuenta de lo que pasa, yo perfectamente me doy cuenta de que sabes lo que pasa y que no te detienes porque no sabes cómo hacerlo. ¿Sabes? Podrías tomar mi mano y aprender.

Yo sólo quiero enseñarte que tu mundo no ha pensado en mí, en mi condición, y que esto me frustra a diario. Seguramente por eso en ocasiones no me expreso desde el amor, me expreso desde la frustración. Imagina despertar sin ver lo que está a tu alrededor y sin entender por qué la gente se sigue en lugar de tomar tu hombro y ayudarte a cruzar una calle.

Imagina despertar y no escuchar lo que hablan a tu alrededor; a veces mis oídos no lo detectan, pero mis ojos y mi cerebro todo lo logran “escuchar” sin que te des cuenta. ¿Por qué no te detienes un momento y con señas o escritos tratas de conectar tu mundo con el mío?

Imagina despertar y no poder expresar lo que quieres, tus opiniones, tus gustos, o simplemente que todos crean que, como no hablas, tampoco comprendes, y escuchar a tu alrededor el “pobrecito”. ¿Y si tomas un momento y tratas de entenderme?

Imagina despertar de prisa y no poder levantarte de la cama si no tienes una silla que te pueda ayudar a conocer el mundo; imagina un mundo lleno de escaleras y obstáculos. A veces quisiera pasar mi silla por encima de todos y gritar: “¡Aquí estoy y no debo pedir permiso para pertenecer a tu mundo!”.

Por favor, toma un momento, te aseguro que esos 15 minutos, esa ayuda, ese impulso cambiará tu visión y tu día. No grito por ayuda, grito por comprensión. ¡Suelta el celular, por favor! ¿Sabías que está comprobado que ayudar a otra persona genera un impacto en tu propia felicidad?

Sólo una cosa te quiero pedir: detente y toma un momento, por favor. Puedo hacerlo, sólo requiero que tomes un momento.

 

*Fundadora y directora de Sin Condición